FIDEL HERRERA BELTRÁN
El país no avanza. La crisis ha arrojado un 45 por ciento de familias económicamente activas al desempleo, es necesario dar un golpe de timón, es necesario salvar a México.
Existen algunas recetas de política económica que en el pasado nos hicieron crecer al ocho por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y nos dieron estabilidad y crecimiento.
A continuación comparto con los lectores una receta mínima que es necesario establecer para que México encuentre el crecimiento y el dinamismo económico que nos permita crear empleos con responsabilidad en las finanzas públicas:
1. Urge actualizar y dinamizar instituciones y leyes.
Lo escuchamos en todos lados, sobre todo en aquellos que se dedican a la reflexión.
Estos cambios deben permitirnos una mejor articulación gubernamental contra la crisis que involucre un compromiso de solidaridad de los mexicanos con el Gobierno de la República, con el Congreso de la Unión, con el Poder Judicial y con sus respectivos ámbitos locales y municipales, para que facilite y propicie medidas de crecimiento de la inversión y de los empleos, seguridad y de paz pública.
2. A todos los mexicanos nos interesa mejorar a nuestro país; esta disposición debe partir de una agenda mínima de trabajo y de consensos.
Para transformar a la sociedad con la ley, debemos construir los acuerdos que desechen lo obsoleto, lo anacrónico, lo superado, y a partir de una propuesta nueva, que se asiente en un orden jurídico diferente, logremos propiciar la paz y la justicia social; que se reduzcan pobreza, marginación, abandono y dependencia.
Ha llegado la hora de lanzar un llamado para actualizar las instituciones de la República, para que éstas sean motores del progreso social y político, de la estabilidad y el desarrollo de México.
3. Necesitamos reformar para garantizar la paz social en la nación y crear los empleos que reduzcan la pobreza; reformar para que en el federalismo encontremos la palanca de articulación que dé a cada quien lo suyo y estimule el crecimiento de la nación, a la par de la agenda pendiente de deuda con los pueblos indígenas.
Así podremos plantear un desarrollo sustentable: reformar para que la herencia de Benito Juárez se mantenga viva entre los mexicanos; reformar para avanzar, para cumplir y para prosperar.
4. Es deber de todos hacer frente a los nuevos fenómenos que ponen en peligro lo mucho logrado: paz, tranquilidad, vida, salud, patrimonio y seguridad.
Somos, y así queremos seguir siendo, una sociedad democrática en la cual todos tenemos la responsabilidad de hacer propuestas concretas y viables para seguir avanzando.
5. Para reconstruir a la nación se requieren leyes; leyes que señalen rumbo, que fortalezcan al Estado, que llenen de poder a los ciudadanos y que cambien lo que haya que cambiar.
Para hacer leyes se requieren acuerdos, voluntad, respeto, pero sobre todo dejar atrás las diferencias y entrar en los espacios de construcción común para servirles a todos por igual, para que así podamos vivir y progresar.
6. Desde el Gobierno hemos simplificado la recaudación de impuestos, además, de volver más eficientes a los funcionarios públicos, a base de entrenamiento y capacitación permanentes.
Asimismo, hay que dar estímulos a los empresarios del país y a los posibles inversionistas internacionales que vengan a compartir su esfuerzo con nosotros.
Por eso en Veracruz el trabajo es compartido: los empresarios y la administración pública unimos esfuerzos para generar la mejor infraestructura y todo lo necesario para el desarrollo de nuestro país.
7. También desde el Gobierno hemos puesto toda nuestra energía para acercarnos a la población, conocer sus problemas y hacer de la administración una herramienta útil.
Son necesarios los gobiernos cercanos a la gente, los que más nos necesitan y que entienden lo que reclama la mayoría de los veracruzanos.
Por eso es que vamos a continuar realizando las obras de salud, de educación, las de los proyectos productivos y de creación de empleos.
8. La sociedad sabe que por encima de los retos y los riesgos que enfrentamos, hay siempre una fortaleza para vencerlos.
Ante un escenario como éste, un componente esencial de propuesta para enfrentar la crisis consiste en reclamar un federalismo activo y efectivo.
Como Gobierno del Estado, nos corresponde una parte en el remedio.
Pero debemos tener esta responsabilidad compartida, con un Gobierno incluyente, que sea para todos.
9. Frente a las turbulencias económicas, los gobiernos estatales y municipales tenemos indudablemente la tarea de atender a todo el conjunto de la población, sin importar si son de clases medias, populares o marginadas.
Hemos preparado con cuidado el trabajo entre las autoridades de todos los niveles y particularmente en nuestro estado, hemos generado un ambiente de tranquilidad y de participación.
Las autoridades estatales mantenemos la coordinación con los municipios y la federación, para responder de manera expedita a las diferentes situaciones en que la ciudadanía demande nuestra presencia.
Queremos que todos los veracruzanos y sus familias se sientan seguros.
10. Desde el Gobierno del estado hemos procurado la más sana de las relaciones con los gobernadores de toda la nación, lo que en muy diversas ocasiones ha sido fruto de cooperación, de ayuda y de fortalecimiento en muy diversos temas de interés social.
El Gobierno de Veracruz se mantendrá atento a los requerimientos de cooperación, para construir los acuerdos que México necesita.
El trabajo realizado nos ha permitido entregar resultados que son estímulos para que desde el Gobierno continuemos con la misma dinámica.
Existen demandas sociales que necesitan de una administración eficiente, que sea dinámica, como la administración pública de Veracruz.
Que dé respuesta rápida a los problemas, resultados contra la pobreza y el crimen, y que esté a favor de la educación y de la cultura, como lo hemos hecho los veracruzanos, para vivir y progresar.
Gobernador de Veracruz
Existen algunas recetas de política económica que en el pasado nos hicieron crecer al ocho por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y nos dieron estabilidad y crecimiento.
A continuación comparto con los lectores una receta mínima que es necesario establecer para que México encuentre el crecimiento y el dinamismo económico que nos permita crear empleos con responsabilidad en las finanzas públicas:
1. Urge actualizar y dinamizar instituciones y leyes.
Lo escuchamos en todos lados, sobre todo en aquellos que se dedican a la reflexión.
Estos cambios deben permitirnos una mejor articulación gubernamental contra la crisis que involucre un compromiso de solidaridad de los mexicanos con el Gobierno de la República, con el Congreso de la Unión, con el Poder Judicial y con sus respectivos ámbitos locales y municipales, para que facilite y propicie medidas de crecimiento de la inversión y de los empleos, seguridad y de paz pública.
2. A todos los mexicanos nos interesa mejorar a nuestro país; esta disposición debe partir de una agenda mínima de trabajo y de consensos.
Para transformar a la sociedad con la ley, debemos construir los acuerdos que desechen lo obsoleto, lo anacrónico, lo superado, y a partir de una propuesta nueva, que se asiente en un orden jurídico diferente, logremos propiciar la paz y la justicia social; que se reduzcan pobreza, marginación, abandono y dependencia.
Ha llegado la hora de lanzar un llamado para actualizar las instituciones de la República, para que éstas sean motores del progreso social y político, de la estabilidad y el desarrollo de México.
3. Necesitamos reformar para garantizar la paz social en la nación y crear los empleos que reduzcan la pobreza; reformar para que en el federalismo encontremos la palanca de articulación que dé a cada quien lo suyo y estimule el crecimiento de la nación, a la par de la agenda pendiente de deuda con los pueblos indígenas.
Así podremos plantear un desarrollo sustentable: reformar para que la herencia de Benito Juárez se mantenga viva entre los mexicanos; reformar para avanzar, para cumplir y para prosperar.
4. Es deber de todos hacer frente a los nuevos fenómenos que ponen en peligro lo mucho logrado: paz, tranquilidad, vida, salud, patrimonio y seguridad.
Somos, y así queremos seguir siendo, una sociedad democrática en la cual todos tenemos la responsabilidad de hacer propuestas concretas y viables para seguir avanzando.
5. Para reconstruir a la nación se requieren leyes; leyes que señalen rumbo, que fortalezcan al Estado, que llenen de poder a los ciudadanos y que cambien lo que haya que cambiar.
Para hacer leyes se requieren acuerdos, voluntad, respeto, pero sobre todo dejar atrás las diferencias y entrar en los espacios de construcción común para servirles a todos por igual, para que así podamos vivir y progresar.
6. Desde el Gobierno hemos simplificado la recaudación de impuestos, además, de volver más eficientes a los funcionarios públicos, a base de entrenamiento y capacitación permanentes.
Asimismo, hay que dar estímulos a los empresarios del país y a los posibles inversionistas internacionales que vengan a compartir su esfuerzo con nosotros.
Por eso en Veracruz el trabajo es compartido: los empresarios y la administración pública unimos esfuerzos para generar la mejor infraestructura y todo lo necesario para el desarrollo de nuestro país.
7. También desde el Gobierno hemos puesto toda nuestra energía para acercarnos a la población, conocer sus problemas y hacer de la administración una herramienta útil.
Son necesarios los gobiernos cercanos a la gente, los que más nos necesitan y que entienden lo que reclama la mayoría de los veracruzanos.
Por eso es que vamos a continuar realizando las obras de salud, de educación, las de los proyectos productivos y de creación de empleos.
8. La sociedad sabe que por encima de los retos y los riesgos que enfrentamos, hay siempre una fortaleza para vencerlos.
Ante un escenario como éste, un componente esencial de propuesta para enfrentar la crisis consiste en reclamar un federalismo activo y efectivo.
Como Gobierno del Estado, nos corresponde una parte en el remedio.
Pero debemos tener esta responsabilidad compartida, con un Gobierno incluyente, que sea para todos.
9. Frente a las turbulencias económicas, los gobiernos estatales y municipales tenemos indudablemente la tarea de atender a todo el conjunto de la población, sin importar si son de clases medias, populares o marginadas.
Hemos preparado con cuidado el trabajo entre las autoridades de todos los niveles y particularmente en nuestro estado, hemos generado un ambiente de tranquilidad y de participación.
Las autoridades estatales mantenemos la coordinación con los municipios y la federación, para responder de manera expedita a las diferentes situaciones en que la ciudadanía demande nuestra presencia.
Queremos que todos los veracruzanos y sus familias se sientan seguros.
10. Desde el Gobierno del estado hemos procurado la más sana de las relaciones con los gobernadores de toda la nación, lo que en muy diversas ocasiones ha sido fruto de cooperación, de ayuda y de fortalecimiento en muy diversos temas de interés social.
El Gobierno de Veracruz se mantendrá atento a los requerimientos de cooperación, para construir los acuerdos que México necesita.
El trabajo realizado nos ha permitido entregar resultados que son estímulos para que desde el Gobierno continuemos con la misma dinámica.
Existen demandas sociales que necesitan de una administración eficiente, que sea dinámica, como la administración pública de Veracruz.
Que dé respuesta rápida a los problemas, resultados contra la pobreza y el crimen, y que esté a favor de la educación y de la cultura, como lo hemos hecho los veracruzanos, para vivir y progresar.
Gobernador de Veracruz
Fuente: Diario de Xalapa
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