Jorge G. Castañeda y Aguilar Camín
- Ambos critican la política económica de Calderón y le proponen reformas flexibles e inmediatas
- Exponen en la UV su propuesta: “Un futuro para México” y se la llevarán a todos los candidatos a la Presidencia
Ylia Ortiz Lizardi- alcalorpolitico.com
Como un “ambulante de ideas” Jorge Castañeda Gutman –así se definió– junto con Héctor Aguilar Camín, hoy se dedica a vender el ensayo (publicado en noviembre en Nexos) “Un futuro para México”, en el que ambos proponen medidas para sacar al país de la crisis en la que está hundido, tras echar abajo la política social y económica del Presidente Felipe Calderón, a quien además lo queman porque, dicen, les fusiló su propuesta política para enviarla al Congreso.
En la USBI, donde fue recibido por el Rector Raúl Arias Lovillo y los investigadores José Blanco y Sergio Olvera Rivera, expusieron, cada uno en su estilo, su propuesta, de la que definió Castañeda, no es una “lista de Santa Claus”, sino reformas.
Criticando el sistema político y colocándose varias veces como protagonista que padeció los embates de “la excesiva concentración de poder en los poderes fácticos”, Castañeda empezó por decir que para que México salga de su crisis requiere eliminar la enorme concentración de poder que tienen los monopolios, oligopolios en empresas y sindicatos dominantes, así como la que tiene un medio de comunicación: ”México está atado y maniatado a esos poderes”.
Y la primera propuesta – estableció– es acotarlos, flexibilizarlos y en su caso, dividirlos y regularlos.
Sin comprometerse a llamar por sus nombres a esos “poderes fácticos” Castañeda justificó: “Creo que sabemos a qué nos referimos y es a los agrandes monopolios públicos y privados: poderes fácticos económicos, comerciales, políticos sindicales e incluso intelectuales”.
Nos referimos –concretó– al enorme obstáculo que representa para el país entrar al mercado de las telecomunicaciones, de los medios masivos de comunicación; al sindical, a cualquiera y de entrar al mercado político electoral, “como me tocó a mí”.
En tal sentido, señaló que lo que plantean (Héctor Aguilar y él ) es una serie de opciones que requieren de cambios constitucionales como Pemex, sujetándolo a la inversión privada minoritaria para sujetarla a las mejores prácticas, criterios de contabilidad, de rendición de cuentas sin perder la soberanía,
Comentó entonces que si Petrobras se cotiza en la bolsa de Nueva York, después de 8 años no entiende porque Pemex no se cotiza ahí; “¿Qué nos hace tan especiales a los mexicanos de los brasileños, que ellos sí pueden y nosotros no?”.
Apuntó que para esa transformación no se requiere de medidas legislativas, sino únicamente de una decisión de gobierno: “Aquí no se requiere de ningún cambio constitucional; ¡se requiere de pantalones o faldas!”
Ese –afirmó– es el primer tema fundamental; si hacemos eso, vamos a liberar grande espacios para la inversión que es lo que el país necesita para crecer, pero para que esa inversión se dé, por un lado tiene que aumentar el ahorro nacional y atraer más ahorro externo vía crédito, vía inversión.
Relanzar estrategia y ofensiva en América del Norte
Y para ello tenemos que aceptar lo que decidimos hace más de un siglo de manera inconsciente que se convierte quizá en un dilema tajante de abordar esquema estridente y polémico quizá, como es el de que México tiene que relanzar una gran estrategia y ofensiva en América del Norte, no en América Latina.
Y se tiene que hacer ya –añadió– porque ahí está nuestro comercio internacional, inversión extranjera, turismo y sobre todo, porque uno de cada 10 mexicanos reside allá y hasta en Detroit, donde no había mexicanos y hoy ya están ahí.
En América Latina ni ellos nos quieren, ni tenemos mucho que aportarle a los del sur y debe entenderse que la diferencia de México con Bolivia, Chile, Perú y demás es que los mexicanos tienen una relación con EU por los 3 mil kilómetros de frontera que comparten.
La tercera propuesta
La tercera propuesta – continuó–es que de nada servirá crecer y lograr una integración con EU a través del TLC si repartimos como antes (beneficios a los mexicanos), “ahora tenemos que repartir mejor”.
Retomando la propuesta de Protección Social de Santiago Levi, Castañeda se refirió a la creación de un piso mínimo de protección social para cada uno de los mexicanos, pero desvinculado del empleo y tampoco amarrado al sistema de parches como el “Seguro Popular”, “70 y Mas”, “embarazo saludable”, etc.
Se trata de un fondo –dijo– que le daría a todos seguro médico, seguro de vida y una pensión decorosa, financiado por el fondo fiscal central, “nosotros vamos a pagar eso con nuestros impuestos”.
La ventaja de este programa -explicó– es que no les cuesta a las empresas y se reduce la carga no salarial de éstas permitiendo así una creación de empleos mucho mas vigorosa que en el pasado, además de que cubre a todo el mundo.
La desventaja –señaló- es que cuesta dinero, pues para el efecto se propone financiar con un IVA por lo que se propone un IVA generalizado a todo y en todas partes de 15 a 18 por ciento como en Colombia, Brasil, Chile, Argentina y los de la Unión Europea.
La diferencia entre esta propuesta es la etiquetación, “el nexo entre el impuesto y el gasto, que la gente sepa vea y pueda comprobar que lo que va a pagar de impuestos adicionales efectivamente se va a destinar a ese concepto y a ese rubro en que lo pueda vigilar fiscalizar y ver pensamos que esto es factibles”.
Aunque reconoció que esta es una pelea o una lucha impopular, es una medida que le dará una protección de piso mínimo de protección social a todos los mexicanos.
Por eso, insistió en que estos planteamientos cuestan pero no son imposibles ni difíciles:
“Cuando sacamos este ensayo en Noviembre en Nexos se nos dijo que son puros sueños guajiros, pero la verdad es que la primera prueba de verosimilitud es que al mes y medio de haber publicado el ensayo en Nexos, Calderón envió al Congreso su propuesta de reforma política que casi es una copia exacta a la nuestra”.
Calderón les fusiló su propuesta política
Aludió a la propuesta (Castañeda- Aguilar Camín) de la reelección de diputados y senadores y la segunda vuelta presidencial, así como a las candidaturas independientes, la cual recalcó es o una opción ciudadana en reforma política, y si no una medida anti monopólica para introducir competencia en al ámbito electoral.
“Sobre todo para que no pase lo que sucedió hace años en Las Vigas, donde los electores utilizaron la parte no escrita de la boleta para propone a su candidato que no estaba registrado en ésta, lo cual no permitió el órgano electoral con todo y que se trataba de la decisión del pueblo”.
Así, concluyó con su exposición de reformas político electorales, recalcando que ese trata de un todo armonioso, “es conjunto integrado con una lógica propia, pero no es una lista de Santa Claus".
Donde -agregó- cada una de las ideas está engarzada con las otras y pensamos que es un proyecto serio y ambicioso para México para los próximos 10 años y si pudiéramos empezar hoy mejor si no en 2011, en el 2012.
En tal sentido, concluyó su exposición bromeando: “Trataremos de obligar a los aspirantes a que se definan a este programa pero si no a otro, pero que se definan; nosotros termos la esperanza en alguna precandidato que habita en la región haber si lo podemos obligar”.
- Ambos critican la política económica de Calderón y le proponen reformas flexibles e inmediatas
- Exponen en la UV su propuesta: “Un futuro para México” y se la llevarán a todos los candidatos a la Presidencia
Ylia Ortiz Lizardi- alcalorpolitico.com
Como un “ambulante de ideas” Jorge Castañeda Gutman –así se definió– junto con Héctor Aguilar Camín, hoy se dedica a vender el ensayo (publicado en noviembre en Nexos) “Un futuro para México”, en el que ambos proponen medidas para sacar al país de la crisis en la que está hundido, tras echar abajo la política social y económica del Presidente Felipe Calderón, a quien además lo queman porque, dicen, les fusiló su propuesta política para enviarla al Congreso.
En la USBI, donde fue recibido por el Rector Raúl Arias Lovillo y los investigadores José Blanco y Sergio Olvera Rivera, expusieron, cada uno en su estilo, su propuesta, de la que definió Castañeda, no es una “lista de Santa Claus”, sino reformas.
Criticando el sistema político y colocándose varias veces como protagonista que padeció los embates de “la excesiva concentración de poder en los poderes fácticos”, Castañeda empezó por decir que para que México salga de su crisis requiere eliminar la enorme concentración de poder que tienen los monopolios, oligopolios en empresas y sindicatos dominantes, así como la que tiene un medio de comunicación: ”México está atado y maniatado a esos poderes”.
Y la primera propuesta – estableció– es acotarlos, flexibilizarlos y en su caso, dividirlos y regularlos.
Sin comprometerse a llamar por sus nombres a esos “poderes fácticos” Castañeda justificó: “Creo que sabemos a qué nos referimos y es a los agrandes monopolios públicos y privados: poderes fácticos económicos, comerciales, políticos sindicales e incluso intelectuales”.
Nos referimos –concretó– al enorme obstáculo que representa para el país entrar al mercado de las telecomunicaciones, de los medios masivos de comunicación; al sindical, a cualquiera y de entrar al mercado político electoral, “como me tocó a mí”.
En tal sentido, señaló que lo que plantean (Héctor Aguilar y él ) es una serie de opciones que requieren de cambios constitucionales como Pemex, sujetándolo a la inversión privada minoritaria para sujetarla a las mejores prácticas, criterios de contabilidad, de rendición de cuentas sin perder la soberanía,
Comentó entonces que si Petrobras se cotiza en la bolsa de Nueva York, después de 8 años no entiende porque Pemex no se cotiza ahí; “¿Qué nos hace tan especiales a los mexicanos de los brasileños, que ellos sí pueden y nosotros no?”.
Apuntó que para esa transformación no se requiere de medidas legislativas, sino únicamente de una decisión de gobierno: “Aquí no se requiere de ningún cambio constitucional; ¡se requiere de pantalones o faldas!”
Ese –afirmó– es el primer tema fundamental; si hacemos eso, vamos a liberar grande espacios para la inversión que es lo que el país necesita para crecer, pero para que esa inversión se dé, por un lado tiene que aumentar el ahorro nacional y atraer más ahorro externo vía crédito, vía inversión.
Relanzar estrategia y ofensiva en América del Norte
Y para ello tenemos que aceptar lo que decidimos hace más de un siglo de manera inconsciente que se convierte quizá en un dilema tajante de abordar esquema estridente y polémico quizá, como es el de que México tiene que relanzar una gran estrategia y ofensiva en América del Norte, no en América Latina.
Y se tiene que hacer ya –añadió– porque ahí está nuestro comercio internacional, inversión extranjera, turismo y sobre todo, porque uno de cada 10 mexicanos reside allá y hasta en Detroit, donde no había mexicanos y hoy ya están ahí.
En América Latina ni ellos nos quieren, ni tenemos mucho que aportarle a los del sur y debe entenderse que la diferencia de México con Bolivia, Chile, Perú y demás es que los mexicanos tienen una relación con EU por los 3 mil kilómetros de frontera que comparten.
La tercera propuesta
La tercera propuesta – continuó–es que de nada servirá crecer y lograr una integración con EU a través del TLC si repartimos como antes (beneficios a los mexicanos), “ahora tenemos que repartir mejor”.
Retomando la propuesta de Protección Social de Santiago Levi, Castañeda se refirió a la creación de un piso mínimo de protección social para cada uno de los mexicanos, pero desvinculado del empleo y tampoco amarrado al sistema de parches como el “Seguro Popular”, “70 y Mas”, “embarazo saludable”, etc.
Se trata de un fondo –dijo– que le daría a todos seguro médico, seguro de vida y una pensión decorosa, financiado por el fondo fiscal central, “nosotros vamos a pagar eso con nuestros impuestos”.
La ventaja de este programa -explicó– es que no les cuesta a las empresas y se reduce la carga no salarial de éstas permitiendo así una creación de empleos mucho mas vigorosa que en el pasado, además de que cubre a todo el mundo.
La desventaja –señaló- es que cuesta dinero, pues para el efecto se propone financiar con un IVA por lo que se propone un IVA generalizado a todo y en todas partes de 15 a 18 por ciento como en Colombia, Brasil, Chile, Argentina y los de la Unión Europea.
La diferencia entre esta propuesta es la etiquetación, “el nexo entre el impuesto y el gasto, que la gente sepa vea y pueda comprobar que lo que va a pagar de impuestos adicionales efectivamente se va a destinar a ese concepto y a ese rubro en que lo pueda vigilar fiscalizar y ver pensamos que esto es factibles”.
Aunque reconoció que esta es una pelea o una lucha impopular, es una medida que le dará una protección de piso mínimo de protección social a todos los mexicanos.
Por eso, insistió en que estos planteamientos cuestan pero no son imposibles ni difíciles:
“Cuando sacamos este ensayo en Noviembre en Nexos se nos dijo que son puros sueños guajiros, pero la verdad es que la primera prueba de verosimilitud es que al mes y medio de haber publicado el ensayo en Nexos, Calderón envió al Congreso su propuesta de reforma política que casi es una copia exacta a la nuestra”.
Calderón les fusiló su propuesta política
Aludió a la propuesta (Castañeda- Aguilar Camín) de la reelección de diputados y senadores y la segunda vuelta presidencial, así como a las candidaturas independientes, la cual recalcó es o una opción ciudadana en reforma política, y si no una medida anti monopólica para introducir competencia en al ámbito electoral.
“Sobre todo para que no pase lo que sucedió hace años en Las Vigas, donde los electores utilizaron la parte no escrita de la boleta para propone a su candidato que no estaba registrado en ésta, lo cual no permitió el órgano electoral con todo y que se trataba de la decisión del pueblo”.
Así, concluyó con su exposición de reformas político electorales, recalcando que ese trata de un todo armonioso, “es conjunto integrado con una lógica propia, pero no es una lista de Santa Claus".
Donde -agregó- cada una de las ideas está engarzada con las otras y pensamos que es un proyecto serio y ambicioso para México para los próximos 10 años y si pudiéramos empezar hoy mejor si no en 2011, en el 2012.
En tal sentido, concluyó su exposición bromeando: “Trataremos de obligar a los aspirantes a que se definan a este programa pero si no a otro, pero que se definan; nosotros termos la esperanza en alguna precandidato que habita en la región haber si lo podemos obligar”.
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