CLAUDIA LUNA PALENCIA / DIARIO DE COAHUILA
Indignante: más de 60 mil muertos en México por una guerra contra el narcotráfico y la delincuencia que a todas luces es estéril, de acuerdo con la información revelada por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).
Resulta que ni toda la sangre derramada por civiles inocentes, ni el diario vivir de los mexicanos lleno de temor o el aumento del gasto en seguridad nacional para reclutar más policías y ensanchar el Ejército, nada sirve para contener el trasiego de la heroína y cocaína ni mucho menos su producción dentro del territorio nacional.
Según datos de la JIFE, en México cayeron tanto las incautaciones de cocaína como de heroína, destacando por encima de otros países, al punto que los decomisos de heroína descendieron 30 por ciento.
No es para menos que la información levante ámpula entre los mexicanos y surjan cuestionamientos en torno a todo lo sucedido en territorio nacional en los últimos cinco años.
Sospechosismo aparte, entonces serán una cortina de humo por parte del Gobierno Federal las acciones reportadas en su lucha contra el narcotráfico, de otra forma no puede entenderse la forma tan rápida de extender el temor entre la población.
O bien, será entonces una prueba fehaciente de la ineficacia de un plan trazado al vapor para llenar de elementos del Ejército muchas de las calles de diversas ciudades del país.
Desde luego la gran perdedora es la sociedad civil vulnerada en sus derechos más esenciales, violentada en su cotidianeidad, rehén de sus negocios porque tienen que pagar por chantajes y extorsiones para evitar daños a sus comercios y familias.
¿Y para qué tanto miedo? ¿Para qué tantos soldados por las calles y carreteras? En los últimos cinco años México se consolidó dentro del triángulo de la droga junto con Estados Unidos y Canadá en el Continente Americano.
GALIMATÍAS
A escala mundial el volumen de negocio de la cocaína moviliza 82 mil millones de dólares con todo y crisis de por medio.
La JIFE señala que "el origen del polvo blanco sigue centrado en Colombia, Perú y Bolivia".
Mientras que la demanda, los mercados de mayor consumo son fundamentalmente Estados Unidos con 150 a 160 toneladas anuales aproximadamente y Europa con una media de 120 toneladas, destacando Gran Bretaña, Italia y España.
Para este organismo de la ONU el aumento en la producción y consumo de drogas a nivel mundial requiere de un mayor esfuerzo por parte de los gobiernos y de la sociedad para evitar que más menores de edad sean enganchados.
Respecto de la legalización de las drogas, para zanjar la polémica la JIFE descarta que ésta sea una opción insistiendo en el tema de su relación con el delito.
Por ejemplo, "las investigaciones científicas señalan que se cometen delitos facilitados por drogas con más frecuencia de lo que generalmente se cree. Entre estos crímenes sobresalen los de índole sexual".
Y con la polémica encima, las divisiones de opinión evitan un gran acuerdo global al respecto de qué hacer con ese gran mercado de las drogas, elevando por el contrario la hipocresía y las cortinas de humo al estilo de la que impera en el país.
Mientras unos opinan que hay que atacar a los productores, algunos optan por educar a los consumidores; otros permiten el consumo de ciertas sustancias como el cannabis y hay osados en el poder que ven en esta hierba la salvación económica de un pueblo.
En Rasquera ubicada en Tarragona, España, el alcalde estudia la posibilidad de autorizar que sus habitantes utilicen sus campos para sembrar cannabis y de esta forma obtener los ingresos necesarios para familias y el Ayuntamiento en una de las peores épocas económicas para el país ibérico.
El alcalde Bernat Pellisa justifica que producirían cannabis para finalidades lúdicas y terapéuticas y surtirían a diversas asociaciones de autoconsumo.
Bajo el lema de "es un modelo y una oportunidad, no una frivolidad", este municipio español pretende echar mano de lo que sea para campear la crisis aunque sea a costa de drogar a sus jóvenes.
Por supuesto es el comienzo y si la célula más pequeña de la organización política como es el municipio desentraña esta cruda realidad, trasladado al escenario global entonces queda perfectamente entendido que, tal como avizora la ONU, pasarán décadas hasta que el mundo logre un consenso al respecto de qué hacer con la producción y el consumo de drogas. Mientras tanto, que Dios ampare a nuestros hijos.
Indignante: más de 60 mil muertos en México por una guerra contra el narcotráfico y la delincuencia que a todas luces es estéril, de acuerdo con la información revelada por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).
Resulta que ni toda la sangre derramada por civiles inocentes, ni el diario vivir de los mexicanos lleno de temor o el aumento del gasto en seguridad nacional para reclutar más policías y ensanchar el Ejército, nada sirve para contener el trasiego de la heroína y cocaína ni mucho menos su producción dentro del territorio nacional.
Según datos de la JIFE, en México cayeron tanto las incautaciones de cocaína como de heroína, destacando por encima de otros países, al punto que los decomisos de heroína descendieron 30 por ciento.
No es para menos que la información levante ámpula entre los mexicanos y surjan cuestionamientos en torno a todo lo sucedido en territorio nacional en los últimos cinco años.
Sospechosismo aparte, entonces serán una cortina de humo por parte del Gobierno Federal las acciones reportadas en su lucha contra el narcotráfico, de otra forma no puede entenderse la forma tan rápida de extender el temor entre la población.
O bien, será entonces una prueba fehaciente de la ineficacia de un plan trazado al vapor para llenar de elementos del Ejército muchas de las calles de diversas ciudades del país.
Desde luego la gran perdedora es la sociedad civil vulnerada en sus derechos más esenciales, violentada en su cotidianeidad, rehén de sus negocios porque tienen que pagar por chantajes y extorsiones para evitar daños a sus comercios y familias.
¿Y para qué tanto miedo? ¿Para qué tantos soldados por las calles y carreteras? En los últimos cinco años México se consolidó dentro del triángulo de la droga junto con Estados Unidos y Canadá en el Continente Americano.
GALIMATÍAS
A escala mundial el volumen de negocio de la cocaína moviliza 82 mil millones de dólares con todo y crisis de por medio.
La JIFE señala que "el origen del polvo blanco sigue centrado en Colombia, Perú y Bolivia".
Mientras que la demanda, los mercados de mayor consumo son fundamentalmente Estados Unidos con 150 a 160 toneladas anuales aproximadamente y Europa con una media de 120 toneladas, destacando Gran Bretaña, Italia y España.
Para este organismo de la ONU el aumento en la producción y consumo de drogas a nivel mundial requiere de un mayor esfuerzo por parte de los gobiernos y de la sociedad para evitar que más menores de edad sean enganchados.
Respecto de la legalización de las drogas, para zanjar la polémica la JIFE descarta que ésta sea una opción insistiendo en el tema de su relación con el delito.
Por ejemplo, "las investigaciones científicas señalan que se cometen delitos facilitados por drogas con más frecuencia de lo que generalmente se cree. Entre estos crímenes sobresalen los de índole sexual".
Y con la polémica encima, las divisiones de opinión evitan un gran acuerdo global al respecto de qué hacer con ese gran mercado de las drogas, elevando por el contrario la hipocresía y las cortinas de humo al estilo de la que impera en el país.
Mientras unos opinan que hay que atacar a los productores, algunos optan por educar a los consumidores; otros permiten el consumo de ciertas sustancias como el cannabis y hay osados en el poder que ven en esta hierba la salvación económica de un pueblo.
En Rasquera ubicada en Tarragona, España, el alcalde estudia la posibilidad de autorizar que sus habitantes utilicen sus campos para sembrar cannabis y de esta forma obtener los ingresos necesarios para familias y el Ayuntamiento en una de las peores épocas económicas para el país ibérico.
El alcalde Bernat Pellisa justifica que producirían cannabis para finalidades lúdicas y terapéuticas y surtirían a diversas asociaciones de autoconsumo.
Bajo el lema de "es un modelo y una oportunidad, no una frivolidad", este municipio español pretende echar mano de lo que sea para campear la crisis aunque sea a costa de drogar a sus jóvenes.
Por supuesto es el comienzo y si la célula más pequeña de la organización política como es el municipio desentraña esta cruda realidad, trasladado al escenario global entonces queda perfectamente entendido que, tal como avizora la ONU, pasarán décadas hasta que el mundo logre un consenso al respecto de qué hacer con la producción y el consumo de drogas. Mientras tanto, que Dios ampare a nuestros hijos.
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