José Luis de la Cruz, director del CIEN, dijo que con ello, en el sexenio se sumarán 14.7 millones de personas a pobreza por ingreso
PERSPECTIVA. José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios, al presentar el informe. (Foto: LUCIA GODINEZ EL UNIVERSAL )
Este año el número de pobres en el país superaría los 60 millones de personas, un avance de 2.5 millones respecto a 2010, de acuerdo con estimaciones del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey.
José Luis de la Cruz, director del CIEN, dijo que con ello, en el sexenio se sumarán 14.7 millones de personas a pobreza por ingreso.
Durante la presentación trimestral de pronósticos del CIEN, indicó que el repunte en la pobreza por ingresos se explica por los constantes alzas en los precios de alimentos, que representan más de la mitad del gasto de los hogares más pobres y del avance del empleo precario: trabajos con ingresos bajos y menos remuneraciones y prestaciones.
“El empleo ya no garantiza salir de la pobreza y la reducción de las prestaciones sociales, limita los recursos de las familias, quienes al no tener cobertura de salud tienen que destinar parte de sus ingresos a este gasto”.
Indicó que los ingresos laborales no han repuntado pese al alza en sectores ligados a demanda externa.
“Hay una evolución positiva de la economía de México, pero una involución en la calidad de vida de las personas, por una elevada concentración de la riqueza”, dijo.
Expuso que el poder adquisitivo se redujo una cuarta parte entre 2006 y 2011, al considerar las pérdidas en términos de canasta básica. Dijo que para reducir la pobreza se deben generar empresas, crear empleos bien remunerados y que la banca de desarrollo funcione.
Para el académico, el ahorro y una mayor eficiencia del gasto del gobierno liberaría recursos tributarios que permitirían a empresas destinar recursos la innovación, tecnología y capacitación.
Expuso que una política educativa que dote de becas a jóvenes de entre 12 y 18 años que no estudian ni trabajan y la implementación de un programa económico que incluya capacitación y genere empleos bien remunerados, frenarían la pobreza y la reduciría en 4 millones de personas.
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