GOBIERNOS PANISTAS DEJARON 14 MILLONES DE MEXICANOS EN LA ECONOMÍA INFORMAL

Se ahonda en los últimos cinco años el deterioro de las condiciones laborales: Inegi

Aspecto de la pasada 25 Feria de Empleo de la ciudad de México en el Zócalo capitalino, donde se ofrecieron vacantes con pocas o muchas horas de trabajo, pero con bajos ingresos. Foto Yazmín Ortega

Juan Antonio Zúñiga M. / Periódico La Jornada
Unas 3 millones 650 mil personas que buscaron empleo durante los gobiernos federales surgidos del PAN sólo encontraron ocupación en actividades del sector informal, lo que implicó una elevación de 35 por ciento en la dimensión de este fenómeno que afecta ya a casi 14 millones de integrantes de la población ocupada del país.
La magnitud del empleo generado por las actividades del sector informal de la economía mexicana ascendió a 29.14 por ciento del total de la población ocupada del país en febrero de 2012, en un entorno en el que la totalidad de las tasas complementarias sobre la calidad de inserción en el mercado laboral muestran deterioro, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En el primer gobierno del PAN, el universo ocupacional de la informalidad pasó de 10 millones 340 mil personas en diciembre de 2000 a 11 millones 405 mil al término de 2006, lo que significó un incremento de alrededor de un millón 65 mil trabajadores en las actividades informales durante aquel sexenio.
Según la estadística oficial, el deterioro de las condiciones laborales se profundizó y extendió durante los últimos cinco años, (segunda administración de gobierno federal panista). El ámbito laboral de la actividad informal se extendió de 11.4 a prácticamente 14 millones de personas entre diciembre de 2006 y febrero de 2012.
Dentro de una dinámica 1.5 veces superior a la observada en la primera administración sexenal del PAN, el universo de la informalidad incorporó a otras 2 millones 590 mil personas al ámbito de sus actividades en cinco años y tres meses.
Así, el sector informal se nutrió con alrededor de 3 millones 650 mil personas más, en una proporción en la cual por cada 10 personas siete se incorporaron en el último quinquenio, y tres durante aquel sexenio inercial del primer gobierno del PAN, según los indicadores del Inegi.
Dadas las circunstancias heterogéneas que se dan en México, el organismo encargado de la estadística oficial creó varias formas complementarias de medir la ocupación y la desocupación en el país. Todas mostraron deterioro.
En México hay personas que trabajan menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones y otras que laboran más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores a un salario mínimo; otras más que trajinan más de 48 horas a la semana y perciban hasta dos salarios mínimos. En alguna de estas tres condiciones inadecuadas de empleo hay unos 5 millones 800 mil personas, que representan 12.04 por ciento de la población ocupada en febrero de 2012; esa tasa de condiciones críticas de ocupación era de 11.72 por ciento en el mismo mes del año pasado.
La búsqueda infructuosa de empleo es un fenómeno social más que se ha duplicado en las dos administraciones gubernamentales del PAN, y ha dado origen a la tasa de ocupación parcial y desocupación, la cual considera a la población desocupada como aquella que, aunque ocupada labora menos de 15 horas a la semana, se elevó a 11.56 por ciento de la población económicamente activa en el segundo mes de este año, desde 11.16 por ciento en febrero de 2011. Hoy abarca más de 5 millones 800 mil personas.
Una medida muy general de la disputa por las plazas de trabajo es la tasa de presión general, la cual incluye a los desocupados y a los ocupados que buscan un segundo trabajo. En esta condición se encontraban alrededor de 4 millones 760 mil personas en febrero de 2012, quienes representaban 9.48 por ciento de la población económicamente activa; un año antes esa tasa fue de 9.24 por ciento.
El salario con pocas horas de trabajo, o muchas, pero con bajísimos ingresos, sin prestaciones ni seguridad social, se han reflejado en una baja en la tasa de trabajo asalariado, la cual decreció de 63.41 a 62.41 por ciento respecto de la población ocupada entre febrero de 2011 y el mismo mes de 2012, indicó el Inegi.