Claudio Loser, presidente de Centennial Latinoamérica, dijo que si la parálisis política que ha impedido a las últimas dos administraciones resolver los principales problemas económicos continúan seis años más, el equilibrio actual de bajo crecimiento se convertirá en un círculo vicioso de estancamiento
De no tomar decisiones cruciales la próxima administración federal para incrementar la competitividad de México, se rezagará ante el entorno global, aseguró Claudio Loser, presidente de Centennial Latinoamérica, firma que brinda asesoría de estratégica a gobiernos, organismos y empresas.
Previo a la presentación del estudio Futuro para todos, acciones inmediatas para México, del cual es coordinador, en entrevista para EL UNIVERSAL dijo que si la parálisis política que ha impedido a las últimas dos administraciones resolver los principales problemas económicos continúan seis años más, el equilibrio actual de bajo crecimiento se convertirá en un círculo vicioso de estancamiento.
Aseveró que no existen elementos fundamentales que limiten lograr una mejorara a través de la acción política que le permitirá salir al país de la “trampa del ingreso medio”.
“México es el claro ejemplo del ingreso medio, pues no tiene producción barata y tampoco preparación para la economía del conocimiento, por lo tanto no se mueve al ritmo y potencia que debería para competir con los países avanzados y rezagado contra los de Asia e incluso algunos de América Latina”. El estudio busca servir como base para el desarrollo de un programa sexenal de crecimiento, pero hasta el momento dijo no percibir un plan práctico y concreto por parte de los principales partidos políticos que aspiran con sus candidatos a la Presidencia, a quienes esperan presentarles el texto y que sirva para complementar una estrategia.
Destacó distintos temas donde se debe trabajar, como lo es calidad en la educación; informalidad; falta de incentivos enfocados a mejorar la competitividad, mayor infraestructura para que sea un país moderno e integrado y la gobernabilidad. El estudio tiene siete pilares fundamentales: construir una economía altamente productiva con acceso a energía a precios competitivos, infraestructura avanzada y financiamiento; reducir desigualdades y fomentar la inclusión y aumentar la competitividad a través de mejoras importantes en el ambiente de negocios.
Un cuarto punto es asegurar un ambiente macroeconómico estable con reformas fiscales eficientes; fortalecer el Estado de derecho; mejorar la gobernabilidad, restablecer la ley y el orden y reducir significativamente el grado de corrupción existente y; consolidar la posición global de México como una de las más importantes economías emergentes.
“Para cambiar su contexto, México necesita compararse con otros competidores y otras economías emergentes o se convertirá en un espectador frustrado del entorno mundial”.
Revisar sindicatos
En materia de productividad, el estudio vislumbra tres “Méxicos” económicos: el primero está bajo el viejo estilo del control gubernamental de hace 60 años y es evidente en el sindicato de maestros, Pemex, CFE y las rígidas regulaciones laborales y agrarias. El segundo es el de intereses creados caracterizado por tener grupos de interés y empresas que buscan capturar las rentas de los consumidores al operar sin competencia doméstica o externa; por último, el tercero es el moderno y progresista que floreció con el TLCAN pero está forzado a sostener otros dos “Méxicos”.
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