lunes, 26 de marzo de 2012

MÉXICO SE RESBALA HACIA LA MEDIOCRIDAD Y DE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA REVERTIRLO, NADA

Los funcionarios gubernamentales solamente hablan entre los miembros de su círculo cerrado, en una cerrazón infranqueable.
Jesús Alberto Cano Vélez / Excelsior
​México, que durante medio siglo fue portador del estandarte de crecimiento dinámico y de desarrollo económico continuo en América Latina, ahora sobresale entre sus países pares del continente por su mediocridad ante el estancamiento económico que ha registrado en las últimas tres décadas, con crecimientos de poco menos de 2% en promedio anual, contra poco más de 6% del medio siglo anterior.
Por esa trayectoria de declive, no somos ya la undécima economía del mundo; tampoco hemos podido lograr mejoras de vida en la población, sino lo contrario. La pobreza crece y cubre ahora más de la mitad de la población; por su parte, el empleo también va muy mal. No se da como dicen las cifras oficiales, porque va lento y casi todo surge en el mercado informal de trabajo, donde los sueldos son muy bajos y la cobertura de seguridad social es inexistente.
Ese análisis no se refiere al fenómeno de un año o de dos o tres, sino a lo que viene ocurriendo en los últimos 33 años, desde finales de la década de los 80 y especialmente desde 2001.
Mientras tanto, el país que era nuestro par —Brasil— ya nos rebasó en todos los indicadores de desarrollo y nos dejó tragando el polvo de su aceleración.
Y ¿cuál ha sido la causa de ese estrepitoso derrumbe?
Dice el presidente Calderón que es “porque no hemos hecho una serie de reformas neoliberales que aún están pendientes en las cámaras legislativas”, pero la verdad es otra. Es debido al entramado de prácticas económicas y ausencia de políticas públicas en materia económica y social.
El problema de fondo reside en la sordera y ceguera oficial, porque diagnósticos externos serios abundan, como el del Colegio Nacional de Economistas, el del Grupo económico de la UNAM, y el del grupo de Claudio Loser, con su libro Futuro para Todos — Acciones inmediatas para México.
Todos estos análisis proponen una serie de políticas públicas y acciones a tomar, de gran fondo, que han mostrado su éxito en otros momentos y países del mundo.
Y aun así, ni los ven ni los oyen los funcionarios gubernamentales porque solamente hablan entre los miembros de su círculo, en una cerrazón infranqueable. Se dicen demócratas, pero no escuchan las voces de los que sufren la crisis económica. Por su parte, los tres grupos de analistas provienen de diversos antecedentes, todos muy respetables, pero son externos al grupo gubernamental.
Por ejemplo, los del Colegio Nacional de Economistas son mexicanos de toda la República y de diversas universidades, públicas y particulares, y sus propuestas insisten en la urgencia de generar empleos, reducir la pobreza, promover mayor equidad en la distribución de los ingresos, fortalecer la presencia y el papel promotor del Estado en la economía, una política crediticia promotora de la inversión y una política hacendaria de mayor equidad y fortalecida capacidad de actuación por el Estado, como ejemplo primario, en la educación.
Similares planteamientos hacen los de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El Grupo de Claudio Loser, chileno y ex alto funcionario del Fondo Monetario Internacional, constituye grandes pensadores económicos —en su mayoría, internacionales— con ideas cercanas a los otros dos, si bien enfatizan especialmente variantes como la eliminación de monopolios en México, incluyendo los gubernamentales, especialmente en el sector energético.
¿Alguna vez nos escucharán? Urgen, por tanto, cambios de actitud.
*Presidente Nacional del Colegio Nacional de Economistas

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