miércoles, 28 de marzo de 2012

CALDERÓN EN BUSCA DE ASESORES QUE LE TIREN UN SALVAVIDAS

Autor: Álvaro Cepeda Neri * / Contralínea
El inquilino de Los Pinos, desde la ilegitimidad que lo marcó durante todo su desastroso gobierno, insiste en salvarse del juicio político, la demanda ante la Corte Penal Internacional, en La Haya, Países Bajos, y los juicios penales de cuando menos 20 mil homicidios, de los más de 60 mil que arroja su “guerra” contra una delincuencia retadora, que militares y policías (del general Guillermo Galván Galván al nazi de Gernaro García Luna) no han podido neutralizar y tienen al país como un campo de batalla al estilo de Siria o Afganistán… sin la Primavera Árabe que ha derrotado gobiernos fallidos y autoritarios.
Con un Partido de Acción Nacional (PAN) a la deriva con fardos como los Larrazábal, los Lozano Alarcón… y las deserciones de panistas de arraigo como Manuel Clouthier, por las desafortunadas nominaciones que a través de su presidente títere, Gustavo Madero, ha hecho Calderón, éste no halla cómo imponer a Josefina Vázquez Mota, ésta sin el menor carisma. Andrés Manuel López Obrador tiene su populismo, su república amorosa y sus más de 10 secretarios del despacho; Enrique Peña Nieto su copete, su atractivo gracias a la televisión y está asido al Partido Revolucionario Institucional antiguo y al que quiere modernizarse.
Aunque el gachupín Antonio Solá, con un sueldo por debajo del agua de más de 500 mil pesos mensuales sin pagar impuestos ni hospedaje, comida, automóvil con chofer, etcétera, y autor de “López Obrador… un peligro para México”, sigue siendo asesor “estrella” de Calderón, al que le habla a la oreja para, como copiloto, guiar la nave estatal que va a la deriva… con el carruaje presidencial a punto de convertirse en calabaza, Calderón no quiere que lo despidan con rechiflas y mentadas (como al cantante Santana que en su concierto echó flores a la panista) y ha vuelto a contratar al británico todólogo Simón Anholt, católico en sus credenciales, pero en realidad anglicano.
Y por no menos de 100 mil libras inglesas más estancia pagada, ya está en Los Pinos con la estupidez de que “las noticias sobre la violencia no son dañinas a largo plazo”. Pero sí a corto y mediano, que es el lapso calderonista en la Presidencia, ya que los países europeos, Estados Unidos y Canadá, conminan a sus conciudadanos a no viajar a nuestro país… ¡por la violencia sangrienta existente! Y en desayunos, comidas o cenas acompañados con whisky y refresco y coñac con Coca Cola, ha informado a su jefe que el responsable de la mala imagen de nuestro país no es Calderón ni el PAN ni García Luna ni la “guerra” ni la corrupción… ni el infierno de la Guardería ABC, sino los estadunidenses que han divulgado cómo la violencia sangrienta tiene a México peor que Irak, Siria, Colombia (Inés Santaeulalia, El País, 9 de marzo de 2012). Por eso, el gobierno calderonista emprendió una campaña publicitaria por todo el mundo, “para demostrar que el país no es víctima de sus problemas, sino líder en la solución de los mismos”. Pero aunque anda desatado haciendo inauguraciones para acarrearle votos a Chepina (a quien odia pero tiene que ayudar), no hay fórmula para que el panista salga bien librado. Ha fracasado. Y no hay reversa. Se ahogará en su ineficacia y corrupción, para lo cual no hay salvavidas ni aunque tengan la marca Solá y Anholt.
*Periodista

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