Descarta presiones inflacionarias y mantiene en 4.5 por ciento la tasa de interés
Persistirá un crecimiento bajo por un periodo prolongado, anticipa el organismo Sumarioy
Roberto González Amador / Periódico La Jornada
La economía continuó en desaceleración, al ampliarse la brecha entre el potencial de crecimiento y la actividad registrada, advirtió este viernes el Banco de México. El organismo aseguró que el entorno internacional mejoró en las últimas semanas, a la vez que descartó la existencia de presiones inflacionarias. El banco central decidió mantener sin variación la tasa de interés de referencia, en 4.5 por ciento.
En los primeros meses de este año, las perspectivas sobre el crecimiento de la economía mundial se han estabilizado, aunque con diferencias entre regiones, después del deterioro observado en la segunda mitad de 2011, apuntó el banco central, al dar cuenta de su reunión bimestral sobre política monetaria.
En Estados Unidos, país del que México depende económicamente –con esa nación se concentra 85 por ciento del comercio exterior–, se observa una mejora en algunos indicadores de producción y empleo. Sin embargo, apuntó el banco central, la demanda agregada, que mide el consumo e inversión de los sectores público y privado, sigue mostrando signos de debilidad tanto por problemas estructurales como por falta de acuerdo político para la reducción del déficit fiscal. En consecuencia, consideró, se prevé que en esa economía persista un crecimiento bajo por un periodo prolongado.
Deterioro del entorno exterior
En el caso de México, la economía se ha mostrado resistente ante el deterioro que el entorno externo mostró en la segunda mitad de 2011, aun cuando "algunos indicadores han mostrado una desaceleración moderada", apuntó. Si bien la producción industrial y las ventas al menudeo han tenido un repunte reciente, abundó, no ha sido el caso de las exportaciones no petroleras y de la inversión del sector privado.
Por esas condiciones, en el último trimestre de 2011 se "ensanchó ligeramente" la brecha entre la capacidad productiva de la economía mexicana y la actividad que efectivamente se registra, una condición que el banco central identifica como "brecha del producto". Además, expuso, indicadores del mercado laboral y crediticio "siguen mostrando holgura", es decir, menor dinamismo al de su potencial.
"Con todo, se percibe que en las últimas semanas ha habido una mejoría en el balance de riesgos para el crecimiento económico derivado principalmente de la mejoría en las perspectivas de crecimiento en Estados Unidos, así como de la reducción de la probabilidad de que ocurra un evento financiero catastrófico a nivel mundial", apuntó.
En el comunicado, el banco central expuso que los precios en la economía han revertido parcialmente los incrementos ocurridos en la parte final de 2011.
Las expectativas de inflación, sostuvo, permanecen bien ancladas y se prevé que en 2012 la inflación general se mueva en un rango de 3 a 4 por ciento, como se anticipó al inicio de este año.
"Por lo que se refiere a los riesgos para la inflación, los correspondientes al alza se han atenuado en virtud de que la probabilidad de un choque financiero del exterior se ha reducido y que las áreas afectadas por las sequías en México han comenzado a disminuir. En cuanto a los riesgos a la baja para la inflación, destacan la mejoría en la percepción de riesgo relativo de la economía mexicana y un debilitamiento de las demandas externa e interna. En suma, se estima que el balance de riesgos para la inflación mejoró".
Es a partir de las consideraciones sobre la evolución de la economía mexicana y de las perspectivas de inflación que la junta de gobierno del banco central decidió mantener sin variación la postura de política monetaria, lo que implica no mover de su rango actual la tasa de interés de referencia, de 4.5 por ciento, un indicador a partir del cual se mueven las tasas de interés a las que se financian gobierno, empresas y personas.
Persistirá un crecimiento bajo por un periodo prolongado, anticipa el organismo Sumarioy
Roberto González Amador / Periódico La Jornada
La economía continuó en desaceleración, al ampliarse la brecha entre el potencial de crecimiento y la actividad registrada, advirtió este viernes el Banco de México. El organismo aseguró que el entorno internacional mejoró en las últimas semanas, a la vez que descartó la existencia de presiones inflacionarias. El banco central decidió mantener sin variación la tasa de interés de referencia, en 4.5 por ciento.
En los primeros meses de este año, las perspectivas sobre el crecimiento de la economía mundial se han estabilizado, aunque con diferencias entre regiones, después del deterioro observado en la segunda mitad de 2011, apuntó el banco central, al dar cuenta de su reunión bimestral sobre política monetaria.
En Estados Unidos, país del que México depende económicamente –con esa nación se concentra 85 por ciento del comercio exterior–, se observa una mejora en algunos indicadores de producción y empleo. Sin embargo, apuntó el banco central, la demanda agregada, que mide el consumo e inversión de los sectores público y privado, sigue mostrando signos de debilidad tanto por problemas estructurales como por falta de acuerdo político para la reducción del déficit fiscal. En consecuencia, consideró, se prevé que en esa economía persista un crecimiento bajo por un periodo prolongado.
Deterioro del entorno exterior
En el caso de México, la economía se ha mostrado resistente ante el deterioro que el entorno externo mostró en la segunda mitad de 2011, aun cuando "algunos indicadores han mostrado una desaceleración moderada", apuntó. Si bien la producción industrial y las ventas al menudeo han tenido un repunte reciente, abundó, no ha sido el caso de las exportaciones no petroleras y de la inversión del sector privado.
Por esas condiciones, en el último trimestre de 2011 se "ensanchó ligeramente" la brecha entre la capacidad productiva de la economía mexicana y la actividad que efectivamente se registra, una condición que el banco central identifica como "brecha del producto". Además, expuso, indicadores del mercado laboral y crediticio "siguen mostrando holgura", es decir, menor dinamismo al de su potencial.
"Con todo, se percibe que en las últimas semanas ha habido una mejoría en el balance de riesgos para el crecimiento económico derivado principalmente de la mejoría en las perspectivas de crecimiento en Estados Unidos, así como de la reducción de la probabilidad de que ocurra un evento financiero catastrófico a nivel mundial", apuntó.
En el comunicado, el banco central expuso que los precios en la economía han revertido parcialmente los incrementos ocurridos en la parte final de 2011.
Las expectativas de inflación, sostuvo, permanecen bien ancladas y se prevé que en 2012 la inflación general se mueva en un rango de 3 a 4 por ciento, como se anticipó al inicio de este año.
"Por lo que se refiere a los riesgos para la inflación, los correspondientes al alza se han atenuado en virtud de que la probabilidad de un choque financiero del exterior se ha reducido y que las áreas afectadas por las sequías en México han comenzado a disminuir. En cuanto a los riesgos a la baja para la inflación, destacan la mejoría en la percepción de riesgo relativo de la economía mexicana y un debilitamiento de las demandas externa e interna. En suma, se estima que el balance de riesgos para la inflación mejoró".
Es a partir de las consideraciones sobre la evolución de la economía mexicana y de las perspectivas de inflación que la junta de gobierno del banco central decidió mantener sin variación la postura de política monetaria, lo que implica no mover de su rango actual la tasa de interés de referencia, de 4.5 por ciento, un indicador a partir del cual se mueven las tasas de interés a las que se financian gobierno, empresas y personas.
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