Nombrado por Silvio Berlusconi antes de dimitir, reconoce que la banca italiana es poco rentable
Cree que los préstamos del BCE han ayudado a las grandes entidades europeas
Íñigo de Barrón / El País
Lleva menos de cinco meses en el cargo. Ignazio Visco (Nápoles, 1949), gobernador del Banco de Italia, fue uno de los últimos nombramientos de Berlusconi, pero se le considera un hombre de Mario Draghi, al que sustituyó al frente de la institución. Ha llegado en un momento extremadamente complejo, con Mario Monti al frente del Ejecutivo. Visco destaca su independencia del Gobierno en la primera entrevista que concede a un medio no italiano.
Pregunta. ¿Cuándo cree que llegará el billón de euros que el BCE acaba de prestar a la banca?
Respuesta. Depende de las condiciones económicas de la zona euro. El crédito por sí solo no produce crecimiento, sino que lo financia, aunque la financiación del crecimiento puede verse obstaculizada si no hay liquidez. Para que haya crecimiento se deben reducir los déficits con medidas de austeridad.
P. Al final, el BCE financia indirectamente a los Estados a través de los bancos.
R. No financiamos directamente a los Estados; el BCE no es un prestamista de último recurso para los Estados.
P. Pero los bancos invierten la mayoría de lo que toman en deuda pública.
R. No necesariamente. Los bancos deberían financiar a los sectores económicos más rentables en lugar de financiar únicamente al Gobierno. El Gobierno está relativamente a salvo.
P. El préstamo del BCE a tres años, ¿es la mejor forma de afrontar el problema de liquidez?
R. Ese es el objetivo. Los bancos se vieron afectados por la crisis de la deuda soberana. Creo que esa medida creó liquidez que ha ayudado a solventar problemas de financiación de grandes bancos. No está del todo claro que esta liquidez vaya a ser el Santo Grial, porque para que pase eso hay que tener unas condiciones económicas muy viables y aumentar la demanda de crédito. El crédito está en una profunda depresión, no solo por la liquidez, sino también por la demanda.
P. ¿Existe riesgo de inflación?
R. No creo que sea muy alto. Hay riesgo de inflación en cuanto a los productos básicos, así que hay que tener mucho cuidado.
P. Con la cesión de competencias a Fráncfort, ¿cuál es el papel del Banco de Italia?
R. Formamos parte del proceso de política monetaria con la capacidad individual del gobernador en el BCE; pusimos en marcha el sistema de pagos en Europa, junto con el Bundesbank y el Banco de Francia. También somos supervisores de bancos, hedge funds y mercados financieros.
P. ¿Cuál es la situación actual del sector financiero en Italia?
R. Están en buena forma. Los bancos italianos superaron la crisis financiera de 2008-2009 sin problemas, sin ayuda del Estado. Posteriormente aumentaron su cartera de deuda y luego llegó la crisis de deuda soberana, que se unió a la caída de ingresos por el retroceso de la economía, pero no ha habido rescates.
P. Pero algunos, como Unicredit han tenido problemas por sus posiciones en Europa del Este.
R. Los dos más grandes: Unicredit por su posición en Alemania y en el centro y el sureste de Europa, e Intesa un poco por estar en todas partes. Pero no veo grandes problemas. El problema empezó cuando la deuda pública se consideró un activo de riesgo. Pero los inconvenientes que tuvieron el año pasado fueron de financiación, es decir de liquidez.
P. ¿Son entidades rentables?
R. No son muy rentables: esa es la cuestión. Tienen que transformarse tanto su estructura de gobierno como las redes. Han hecho una inversión excesiva en redes.
P. Unicredit tuvo problemas para recapitalizarse hace dos meses, ¿no?
R. No, fue un gran éxito. Empezó con mucho riesgo, pero terminó siendo un gran éxito.
P. Pero las acciones cayeron un 40%.
R. Sí, pero volvieron a subir casi al nivel al que estaban antes. Y el resultado es que ahora tienen 7.500 millones de euros más de capital y es el único banco dentro de la zona euro que ha recurrido al mercado y ha recaudado capital. El resto de los bancos italianos están vendiendo activos.
P. ¿Qué opinan las autoridades alemanas de las subastas a tres años?
R. Creo que ha habido un consenso total, aunque también muchas negociaciones. Somos conscientes de los riesgos. En su visión, puede que consideren que generar liquidez es especialmente arriesgado si dicha liquidez termina siendo transferida, pero no creo que ahora mismo se den las condiciones para que pase eso. Puede que haya algún debate, pero la forma que tenemos de entender la situación es muy parecida.
P. ¿Por qué no hubo subastas masivas con el señor Trichet?
R. Yo no estaba allí, así que no sabría decir. Llegué cuando Draghi ocupó el puesto de Trichet. Con él se lanzaron las primeras subastas, aunque solo eran de un año.
P. ¿Qué visión tiene de la reforma del sistema financiero español?
R. Sé muy poco sobre el sistema español. Yo iría a la raíz de la crisis, que aquí está en la competitividad y en la inversión excesiva en el mercado inmobiliario.
P. ¿El problema es que no tienen credibilidad en el mercado?
R. Sí, pero al mismo tiempo están siendo muy valientes. Considero que el plan actual es de calado y está teniendo éxito.
P. ¿Cómo es su relación con el primer ministro italiano, Mario Monti?
R. El Banco de Italia es una institución absolutamente independiente en sus decisiones en política monetaria y supervisión. Mi relación personal con el primer ministro es excelente. Nos conocemos desde hace muchísimos años. Todo el mundo se está fijando en el éxito con el que ha completado unas iniciativas que ya se pusieron en marcha con el anterior Gobierno, que fue el que decidió que se alcanzara un presupuesto equilibrado para 2013.
P. Mucha gente en Europa se plantea dónde está la soberanía de los países. ¿Los ciudadanos están preparados para los cambios tan rápidos en la UE?
R. Está claro que el proyecto europeo está incompleto. Y no se puede tener el proyecto europeo solo con una política monetaria común. Tenemos que completar las instituciones europeas y, a la vez, preservar las tradiciones de cada país. Ese es el reto. Europa como patria común es un hecho. Pero tenemos que evitar la tentación de ir más rápido que los demás o de convertirnos en parásitos de otros. Yo estoy muy a favor de tener unas instituciones uniformes. En el ámbito bancario, creo que necesitamos un reglamento único.
P. ¿Un supervisor para toda Europa?
R. Tendremos que ir por ese camino. Y antes de eso, hay que cambiar las instituciones y la forma que tenemos de tomar decisiones. Creo que la palabra “comunidad” era más interesante que “unión” porque comunidad pertenece más al pueblo. El mercado único es un gran logro que hay que completar. Si comparamos las naciones, los niveles de producción son distintos. Está claro que esto no se diseñó bien.
Cree que los préstamos del BCE han ayudado a las grandes entidades europeas
Íñigo de Barrón / El País
Lleva menos de cinco meses en el cargo. Ignazio Visco (Nápoles, 1949), gobernador del Banco de Italia, fue uno de los últimos nombramientos de Berlusconi, pero se le considera un hombre de Mario Draghi, al que sustituyó al frente de la institución. Ha llegado en un momento extremadamente complejo, con Mario Monti al frente del Ejecutivo. Visco destaca su independencia del Gobierno en la primera entrevista que concede a un medio no italiano.
Pregunta. ¿Cuándo cree que llegará el billón de euros que el BCE acaba de prestar a la banca?
Respuesta. Depende de las condiciones económicas de la zona euro. El crédito por sí solo no produce crecimiento, sino que lo financia, aunque la financiación del crecimiento puede verse obstaculizada si no hay liquidez. Para que haya crecimiento se deben reducir los déficits con medidas de austeridad.
P. Al final, el BCE financia indirectamente a los Estados a través de los bancos.
R. No financiamos directamente a los Estados; el BCE no es un prestamista de último recurso para los Estados.
P. Pero los bancos invierten la mayoría de lo que toman en deuda pública.
R. No necesariamente. Los bancos deberían financiar a los sectores económicos más rentables en lugar de financiar únicamente al Gobierno. El Gobierno está relativamente a salvo.
P. El préstamo del BCE a tres años, ¿es la mejor forma de afrontar el problema de liquidez?
R. Ese es el objetivo. Los bancos se vieron afectados por la crisis de la deuda soberana. Creo que esa medida creó liquidez que ha ayudado a solventar problemas de financiación de grandes bancos. No está del todo claro que esta liquidez vaya a ser el Santo Grial, porque para que pase eso hay que tener unas condiciones económicas muy viables y aumentar la demanda de crédito. El crédito está en una profunda depresión, no solo por la liquidez, sino también por la demanda.
P. ¿Existe riesgo de inflación?
R. No creo que sea muy alto. Hay riesgo de inflación en cuanto a los productos básicos, así que hay que tener mucho cuidado.
P. Con la cesión de competencias a Fráncfort, ¿cuál es el papel del Banco de Italia?
R. Formamos parte del proceso de política monetaria con la capacidad individual del gobernador en el BCE; pusimos en marcha el sistema de pagos en Europa, junto con el Bundesbank y el Banco de Francia. También somos supervisores de bancos, hedge funds y mercados financieros.
P. ¿Cuál es la situación actual del sector financiero en Italia?
R. Están en buena forma. Los bancos italianos superaron la crisis financiera de 2008-2009 sin problemas, sin ayuda del Estado. Posteriormente aumentaron su cartera de deuda y luego llegó la crisis de deuda soberana, que se unió a la caída de ingresos por el retroceso de la economía, pero no ha habido rescates.
P. Pero algunos, como Unicredit han tenido problemas por sus posiciones en Europa del Este.
R. Los dos más grandes: Unicredit por su posición en Alemania y en el centro y el sureste de Europa, e Intesa un poco por estar en todas partes. Pero no veo grandes problemas. El problema empezó cuando la deuda pública se consideró un activo de riesgo. Pero los inconvenientes que tuvieron el año pasado fueron de financiación, es decir de liquidez.
P. ¿Son entidades rentables?
R. No son muy rentables: esa es la cuestión. Tienen que transformarse tanto su estructura de gobierno como las redes. Han hecho una inversión excesiva en redes.
P. Unicredit tuvo problemas para recapitalizarse hace dos meses, ¿no?
R. No, fue un gran éxito. Empezó con mucho riesgo, pero terminó siendo un gran éxito.
P. Pero las acciones cayeron un 40%.
R. Sí, pero volvieron a subir casi al nivel al que estaban antes. Y el resultado es que ahora tienen 7.500 millones de euros más de capital y es el único banco dentro de la zona euro que ha recurrido al mercado y ha recaudado capital. El resto de los bancos italianos están vendiendo activos.
P. ¿Qué opinan las autoridades alemanas de las subastas a tres años?
R. Creo que ha habido un consenso total, aunque también muchas negociaciones. Somos conscientes de los riesgos. En su visión, puede que consideren que generar liquidez es especialmente arriesgado si dicha liquidez termina siendo transferida, pero no creo que ahora mismo se den las condiciones para que pase eso. Puede que haya algún debate, pero la forma que tenemos de entender la situación es muy parecida.
P. ¿Por qué no hubo subastas masivas con el señor Trichet?
R. Yo no estaba allí, así que no sabría decir. Llegué cuando Draghi ocupó el puesto de Trichet. Con él se lanzaron las primeras subastas, aunque solo eran de un año.
P. ¿Qué visión tiene de la reforma del sistema financiero español?
R. Sé muy poco sobre el sistema español. Yo iría a la raíz de la crisis, que aquí está en la competitividad y en la inversión excesiva en el mercado inmobiliario.
P. ¿El problema es que no tienen credibilidad en el mercado?
R. Sí, pero al mismo tiempo están siendo muy valientes. Considero que el plan actual es de calado y está teniendo éxito.
P. ¿Cómo es su relación con el primer ministro italiano, Mario Monti?
R. El Banco de Italia es una institución absolutamente independiente en sus decisiones en política monetaria y supervisión. Mi relación personal con el primer ministro es excelente. Nos conocemos desde hace muchísimos años. Todo el mundo se está fijando en el éxito con el que ha completado unas iniciativas que ya se pusieron en marcha con el anterior Gobierno, que fue el que decidió que se alcanzara un presupuesto equilibrado para 2013.
P. Mucha gente en Europa se plantea dónde está la soberanía de los países. ¿Los ciudadanos están preparados para los cambios tan rápidos en la UE?
R. Está claro que el proyecto europeo está incompleto. Y no se puede tener el proyecto europeo solo con una política monetaria común. Tenemos que completar las instituciones europeas y, a la vez, preservar las tradiciones de cada país. Ese es el reto. Europa como patria común es un hecho. Pero tenemos que evitar la tentación de ir más rápido que los demás o de convertirnos en parásitos de otros. Yo estoy muy a favor de tener unas instituciones uniformes. En el ámbito bancario, creo que necesitamos un reglamento único.
P. ¿Un supervisor para toda Europa?
R. Tendremos que ir por ese camino. Y antes de eso, hay que cambiar las instituciones y la forma que tenemos de tomar decisiones. Creo que la palabra “comunidad” era más interesante que “unión” porque comunidad pertenece más al pueblo. El mercado único es un gran logro que hay que completar. Si comparamos las naciones, los niveles de producción son distintos. Está claro que esto no se diseñó bien.
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