Por: Luis Miguel González - El Economista
En estos días hay dos cosas que cuesta trabajo entender: la entrada de México al Top 10 de países más felices y la fortaleza del peso. En el ránking de la felicidad, espero las explicaciones de psiquiatras y antropólogos. Para la fortaleza del peso, en un contexto de enfriamiento económico e incertidumbre agravada, casi todos los caminos de la respuesta nos llevan a Estados Unidos. No soy Yo, eres Tú, podría decirle el peso al dólar. Algo de lo que pasa en México cuenta, pero lo principal ocurre en otro lugar.
Donald Trump es Mr. Contradictions. Llevamos semanas tomando nota de las incongruencias de su política arancelaria y ahora ha llegado el momento de poner atención a sus planes para el dólar: por una parte, quiere que la divisa estadounidense se debilite para hacer más competitivas las exportaciones de Estados Unidos. Al mismo tiempo, quiere reforzar el estatus del dólar como la divisa dominante en el sistema monetario internacional.
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