Serpientes y Escaleras
Salvador garcía Soto - Expreso
Si algo hubiera que reconocerle a Donald Trump, es que el desbordado presidente de los Estados Unidos está cumpliendo todas y cada una de sus promesas de campaña a sus millones de votantes, aunque eso, que se puede considerar un caso atípico y poco visto en la política -donde lo común es el incumplimiento y el engaño-, tal vez satisfaga a sus electores, pero está poniendo de cabeza al mundo y a la economía no sólo internacional, sino de los propios estadounidenses. Porque con su firma ayer de la Orden Ejecutiva con la que declara "aranceles permanentes" de 25% a todos los autos que no se fabriquen en territorio de la Unión Americana, Trump está golpeando y fracturando a la columna vertebral del T-MEC que hoy sostiene la economía de Norteamérica.
La industria automotriz representa, sin duda, la cadena de producción más acabada en el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá y es el principal motor que integró los procesos productivos entre los tres países y convirtió al bloque comercial del norte de América en uno de los mercados más productivos y atractivos del mundo, colocando a los tres países que lo integran como una potencia automotriz en el mundo, sólo superada por China y seguida por Japón, India y los países de la Unión Europea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario