El manejo de las finanzas públicas permite que se de una mayor brecha
Alberto Verdusco
México tiene margen para tener déficits más amplios de hasta de 3 por ciento como proporción del producto interno bruto (PIB), reconoció el coordinador de Investigaciones de la Comisión Económica para de América Latina y el Caribe (Cepal), Juan Carlos Moreno-Brid.
El especialista señaló que la trayectoria de la prudencia fiscal en el manejo de las finanzas públicas por parte del gobierno le da un espacio para ampliar el déficit en esta época.
“Si tenemos unas caídas del PIB de 10 por ciento, uno espera una política fiscal más laxa para tratar de contrarrestar los elementos del ciclo externo, sin que eso se juzgue como una irresponsabilidad”, dijo en entrevista.
El pasado martes, el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, mencionó que el país no puede incurrir en un déficit mayor debido a que la caída de los ingresos permanentes no será temporal, lo cual limita el espacio de acción del gobierno.
Sin embargo, la profesora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Irma Manrique, explicó que incurrir en un déficit moderado no es tan malo, y recomendó tomar el ejemplo de Estados Unidos.
Ese país tiene un déficit enorme generado a través de un gran endeudamiento.
“Tienen un margen grande de acción y se atreven a llegar al déficit y el endeudamiento para sacar a la economía en el corto plazo y tener inmediatamente medidas de acción para que la población salga a flote”, precisó.
Moreno-Brid ejemplificó que en el caso de Chile, lograron crear fondos de estabilización y hacer ahorros importantes con los ingresos que les permitió la producción del cobre en particular.
“Esos recursos sirvieron para que los chilenos tuvieran un fondo fuerte para financiar ampliaciones fuertes del déficit”, detalló.
Por su parte, especialistas arguyeron que para tapar el boquete fiscal por más de 300 mil millones de pesos que prevén para el próximo año será necesario quitar privilegios y ampliar la base tributaria.
La profesora de la UNAM criticó la propuesta del gobierno de elevar impuestos o poner nuevos gravámenes, los cuales calificó de graves para la población de menores recursos en el país; sin embargo, reconoció que se necesita recaudar más.
“Pero no necesariamente aumentar los impuestos a los que siempre pagamos, se deben quitar los beneficios a grandes empresas que cuentan con sistemas de exenciones y subsidios”, agregó.
Rodrigo Centeno, del Centro de Investigación para el Desarrollo (Cidac), aclaró que esto evidencia los problemas estructurales y no coyunturales que tiene la economía desde hace tiempo.
“El problema es la incapacidad del gobierno para recaudar más. La ineficacia para revertir aquellos regímenes especiales que se fueron haciendo una bola de nieve”, dijo.
Explicó que mientras una persona con cinco salarios mínimos aportará 30 por ciento de impuestos por concepto de ISR, una empresa grande apenas lo hace por 2 por ciento y en el caso de las farmacéuticas ni siquiera pagan.
El especialista señaló que la trayectoria de la prudencia fiscal en el manejo de las finanzas públicas por parte del gobierno le da un espacio para ampliar el déficit en esta época.
“Si tenemos unas caídas del PIB de 10 por ciento, uno espera una política fiscal más laxa para tratar de contrarrestar los elementos del ciclo externo, sin que eso se juzgue como una irresponsabilidad”, dijo en entrevista.
El pasado martes, el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, mencionó que el país no puede incurrir en un déficit mayor debido a que la caída de los ingresos permanentes no será temporal, lo cual limita el espacio de acción del gobierno.
Sin embargo, la profesora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Irma Manrique, explicó que incurrir en un déficit moderado no es tan malo, y recomendó tomar el ejemplo de Estados Unidos.
Ese país tiene un déficit enorme generado a través de un gran endeudamiento.
“Tienen un margen grande de acción y se atreven a llegar al déficit y el endeudamiento para sacar a la economía en el corto plazo y tener inmediatamente medidas de acción para que la población salga a flote”, precisó.
Moreno-Brid ejemplificó que en el caso de Chile, lograron crear fondos de estabilización y hacer ahorros importantes con los ingresos que les permitió la producción del cobre en particular.
“Esos recursos sirvieron para que los chilenos tuvieran un fondo fuerte para financiar ampliaciones fuertes del déficit”, detalló.
Por su parte, especialistas arguyeron que para tapar el boquete fiscal por más de 300 mil millones de pesos que prevén para el próximo año será necesario quitar privilegios y ampliar la base tributaria.
La profesora de la UNAM criticó la propuesta del gobierno de elevar impuestos o poner nuevos gravámenes, los cuales calificó de graves para la población de menores recursos en el país; sin embargo, reconoció que se necesita recaudar más.
“Pero no necesariamente aumentar los impuestos a los que siempre pagamos, se deben quitar los beneficios a grandes empresas que cuentan con sistemas de exenciones y subsidios”, agregó.
Rodrigo Centeno, del Centro de Investigación para el Desarrollo (Cidac), aclaró que esto evidencia los problemas estructurales y no coyunturales que tiene la economía desde hace tiempo.
“El problema es la incapacidad del gobierno para recaudar más. La ineficacia para revertir aquellos regímenes especiales que se fueron haciendo una bola de nieve”, dijo.
Explicó que mientras una persona con cinco salarios mínimos aportará 30 por ciento de impuestos por concepto de ISR, una empresa grande apenas lo hace por 2 por ciento y en el caso de las farmacéuticas ni siquiera pagan.
Fuente: Milenio El Portal
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