domingo, 27 de septiembre de 2009

¿EXISTE EL PIB DE LA FELICIDAD?

El crecimiento económico no siempre va ligado a la sensación de bienestar - El Gobierno francés modificará las estadísticas para reflejar con más rigor el grado de satisfacción de los ciudadanos
DAVID FERNÁNDEZ
Nada parece imposible para Nicolas Sarkozy. La penúltima cruzada del presidente francés es lograr que los indicadores económicos reflejen algo tan difícil de medir como el bienestar de los ciudadanos. Sarkozy pretende derribar "la religión del número" que todo lo basa en el Producto Interior Bruto (PIB) y no tiene en cuenta las desigualdades sociales o el medio ambiente. Los expertos le reconocen parte de razón, y creen que su propuesta es buena porque abre un debate. Sin embargo, defienden las ventajas del PIB como sistema homologado, califican de utópica la intención de cuantificar la felicidad y advierten de que detrás de esta propuesta podrían esconderse motivos ideológicos y comerciales.

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