Urge recuperar la confianza: Ureña
Zedillo y sus ínfulas de estadista
Sanción a Banorte – Ixe
Nido de ratas en Interjet
Agustín Vargas Medina/ El Financiero
Tal como se anticipaba, efectivamente hubo una fuerte polémica sobre la regulación de las sociedades financieras de objeto múltiple (sofomes) durante los trabajos de la III Convención de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (AMFE), que se realizó la semana pasada en Acapulco, Guerrero.
Sobre la marcha del evºento, se formaron dos corrientes de opinión, una de los que están a favor de la regulación de este sector financiero sobre todo para recuperar la confianza en el mercado inversionista, y los que consideran que no es necesario ya que más importante que las empresas operen sanamente, con estándares económicos y financieros bancarios, además de tener la opción de migrar hacia otras figuras jurídicas para obtener dicha regulación.
Sin embargo, ambas partes caen en contradicciones en sus análisis del mercado de las sofoles y sofomes, y dejan ver entre líneas otros aspectos que escapan de la aplicación de una política financiera integral. Incluso algunos representantes de la banca de desarrollo manipulan la información y presentan un “mundo feliz”, completamente diferente al que perciben los empresarios, directivos y ejecutivos de las entidades especializadas.
Tal parece que las autoridades financieras, léase la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, rehúyen a una regulación de la sofomes en virtud de que implica mayor trabajo y la necesidad de ocupar más personal y equipo para supervisar la operación contable de estas empresas, no obstante que el costo de dicha actividad sería asumido por los intermediarios tal y como lo hacen los bancos y otros organismos.
El presidente de la Condusef, Luis Pazos, fue claro en este punto cuando les advirtió a los directivos y empresarios de las sofomes que la regulación les implicaría un costo; sin embargo, reconoce que la quiebra o defraudación de una sola sofom puede desprestigiar a todo el sector, como es el caso de –puso como ejemplo- las cajas de ahorro en donde el 90 por ciento de las no autorizadas para operar, generan el 90 por ciento de los problemas de fraude o insolvencia.
Aquí surge la pregunta si no es mejor realizar un “sacrificio” laboral y profesional para poner orden en el sistema financiero en su marco legal y aplicar la ley a aquellos que no cumplen con los ordenamientos jurídicos, a efecto de proteger a los inversionistas, ahorradores y usuarios del crédito.
El que sí fue enfático en señalar que, de una u otra manera, es necesario que las sofomes se inscriban en un marco regulatorio, fue el director general de la Sociedad Hipotecaria Federal, Javier Gavito, quizá el funcionario público más cercano a la operación real de estos organismos en el sector hipotecario, que tantos dolores de cabeza dio recientemente en el mercado, debido a la contaminación de la crisis subprime estadounidense.
Recuperar la confianza: Ureña
La AMFE, en voz de su presidente, Roberto Ureña, se adelanta y señala la importancia de que el mercado de las sofomes sea regulado de manera gradual y ordenada, para que recuperen la confianza de los inversionistas institucionales y regresen al mercado de valores; para que las calificadores de riesgos como Fitch Ratings y Standard and Poor’s suban sus evaluaciones; para que el fondeo de la banca de desarrollo sea más ágil y barato, entre otros puntos. Afirmó que este organismo presentará en breve un proyecto de Ley a las autoridades y al legislativo en el que propone la regulación del sector, es decir ya hizo la tarea.
Roberto Ureña hizo notar un punto importante: no es tan fácil para una empresa que tiene una cartera contratada bajo la figura de la sofom, migrar hacia un banco de nicho, una Sociedad Financiera Popular u otro tipo de intermediario. El proceso requiere de diversas vicisitudes técnicas, legales, contables y económicas que no son fáciles de aplicar en un plazo razonable.
Un ejemplo, sería la aportación que tendrían que hacer al IPAB, en caso de transitar hacia un banco de nicho, sin embargo el seguro de éste no cubriría sus pasivos porque proviene principalmente de fondos institucionales.
Sin embargo, el resultado positivo de la convención es que se acordó iniciar mesas de negociación y diálogo para buscar un consenso entre autoridades, legisladores y la sofomes y encontrar las herramientas que den un mejor cauce al desarrollo del sector. Aquí el beneficio social es una mayor oferta del crédito productivo tan necesario para nuestra economía.
Para finalizar, sólo una observación negativa para algunos socios de la AMFE: es lamentable la ausencia y no participación en la convención de figuras emblemáticas del sector de las sofoles y sofomes, como son los casos de Víctor Manuel Requejo, José Manuel Agudo, José Landa y Mario Sandoval, todos ellos ex presidentes de la asociación y en su momento opositores a la desregulación de las sofoles. Otra cosa sería si Francisco Gil y Guillermo Zamarripa los hubieran escuchado.
Zedillo y sus ínfulas
Tal como si fuera un estadista o como si lo hubiera sido, que en realidad ni una ni otra cosa es o fue, el ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, se comporta con tales ínfulas en cuanta presentación pública hace. Sucedió recientemente en Acapulco, precisamente en el marco de la convención de la AMFE, en donde por sus propias instrucciones ordenó vaciar el salón en donde dictaría su “conferencia magistral” – que no es sino un refrito de la crisis financiera mundial y sus recomendaciones sobre temas de seguridad, entre otros— para que sus ayudantes hicieran una exhaustiva revisión antes de su aparición.
Más aún exigió que no hubiera periodistas. Por los más de 200 mil pesos que cobró por casi dos horas de discurso, sus anfitriones al final lo convencieron de que los representantes de la prensa escucharan de viva voz su refrito y las anécdotas de sus aventuras por el mundo como integrante de la ONU. ¡¡ Vaya con el señor ex presidente de México !!
Sanción a Banorte – Ixe
Luis Pazos y la Condusef podrían darle su bienvenida a Guillermo Ortiz como nuevo presidente de Grupo Financiero Banorte–Ixe, con una sanción a esta institución por engañar a los clientes que provienen del banco de la Torre Mayor. Resulta que les siguen cobrando comisiones por usar sus cajeros automáticos, no obstante de haber emitido un comunicado de prensa donde anunciaban que ya los podían utilizar sin costo alguno.
Delincuentes en Interjet
Mal y de malas la aviación mexicana pues no solamente los pasajeros padecemos la terrible situación en que se encuentra Mexicana de Aviación, cuya ausencia ha sido aprovechada por la competencia para encarecer los vuelos y aumentar sus rutas a costa de un mal servicio.
Pero no sólo es eso, tenemos que en Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa, hace unos días se impidió a dos pilotos ebrios que condujeran una aeronave de Costa Rica al Distrito Federal, mientras que los maleteros de Interjet, de Miguel Alemán Magnani, se despachan con la cuchara grande al abrir el equipaje documentado de los pasajeros para robar sus pertenencias. Es lamentable que esto suceda en una actividad tan sensible para la economía y actividades tan importantes como el turismo.
Zedillo y sus ínfulas de estadista
Sanción a Banorte – Ixe
Nido de ratas en Interjet
Agustín Vargas Medina/ El Financiero
Tal como se anticipaba, efectivamente hubo una fuerte polémica sobre la regulación de las sociedades financieras de objeto múltiple (sofomes) durante los trabajos de la III Convención de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (AMFE), que se realizó la semana pasada en Acapulco, Guerrero.
Sobre la marcha del evºento, se formaron dos corrientes de opinión, una de los que están a favor de la regulación de este sector financiero sobre todo para recuperar la confianza en el mercado inversionista, y los que consideran que no es necesario ya que más importante que las empresas operen sanamente, con estándares económicos y financieros bancarios, además de tener la opción de migrar hacia otras figuras jurídicas para obtener dicha regulación.
Sin embargo, ambas partes caen en contradicciones en sus análisis del mercado de las sofoles y sofomes, y dejan ver entre líneas otros aspectos que escapan de la aplicación de una política financiera integral. Incluso algunos representantes de la banca de desarrollo manipulan la información y presentan un “mundo feliz”, completamente diferente al que perciben los empresarios, directivos y ejecutivos de las entidades especializadas.
Tal parece que las autoridades financieras, léase la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, rehúyen a una regulación de la sofomes en virtud de que implica mayor trabajo y la necesidad de ocupar más personal y equipo para supervisar la operación contable de estas empresas, no obstante que el costo de dicha actividad sería asumido por los intermediarios tal y como lo hacen los bancos y otros organismos.
El presidente de la Condusef, Luis Pazos, fue claro en este punto cuando les advirtió a los directivos y empresarios de las sofomes que la regulación les implicaría un costo; sin embargo, reconoce que la quiebra o defraudación de una sola sofom puede desprestigiar a todo el sector, como es el caso de –puso como ejemplo- las cajas de ahorro en donde el 90 por ciento de las no autorizadas para operar, generan el 90 por ciento de los problemas de fraude o insolvencia.
Aquí surge la pregunta si no es mejor realizar un “sacrificio” laboral y profesional para poner orden en el sistema financiero en su marco legal y aplicar la ley a aquellos que no cumplen con los ordenamientos jurídicos, a efecto de proteger a los inversionistas, ahorradores y usuarios del crédito.
El que sí fue enfático en señalar que, de una u otra manera, es necesario que las sofomes se inscriban en un marco regulatorio, fue el director general de la Sociedad Hipotecaria Federal, Javier Gavito, quizá el funcionario público más cercano a la operación real de estos organismos en el sector hipotecario, que tantos dolores de cabeza dio recientemente en el mercado, debido a la contaminación de la crisis subprime estadounidense.
Recuperar la confianza: Ureña
La AMFE, en voz de su presidente, Roberto Ureña, se adelanta y señala la importancia de que el mercado de las sofomes sea regulado de manera gradual y ordenada, para que recuperen la confianza de los inversionistas institucionales y regresen al mercado de valores; para que las calificadores de riesgos como Fitch Ratings y Standard and Poor’s suban sus evaluaciones; para que el fondeo de la banca de desarrollo sea más ágil y barato, entre otros puntos. Afirmó que este organismo presentará en breve un proyecto de Ley a las autoridades y al legislativo en el que propone la regulación del sector, es decir ya hizo la tarea.
Roberto Ureña hizo notar un punto importante: no es tan fácil para una empresa que tiene una cartera contratada bajo la figura de la sofom, migrar hacia un banco de nicho, una Sociedad Financiera Popular u otro tipo de intermediario. El proceso requiere de diversas vicisitudes técnicas, legales, contables y económicas que no son fáciles de aplicar en un plazo razonable.
Un ejemplo, sería la aportación que tendrían que hacer al IPAB, en caso de transitar hacia un banco de nicho, sin embargo el seguro de éste no cubriría sus pasivos porque proviene principalmente de fondos institucionales.
Sin embargo, el resultado positivo de la convención es que se acordó iniciar mesas de negociación y diálogo para buscar un consenso entre autoridades, legisladores y la sofomes y encontrar las herramientas que den un mejor cauce al desarrollo del sector. Aquí el beneficio social es una mayor oferta del crédito productivo tan necesario para nuestra economía.
Para finalizar, sólo una observación negativa para algunos socios de la AMFE: es lamentable la ausencia y no participación en la convención de figuras emblemáticas del sector de las sofoles y sofomes, como son los casos de Víctor Manuel Requejo, José Manuel Agudo, José Landa y Mario Sandoval, todos ellos ex presidentes de la asociación y en su momento opositores a la desregulación de las sofoles. Otra cosa sería si Francisco Gil y Guillermo Zamarripa los hubieran escuchado.
Zedillo y sus ínfulas
Tal como si fuera un estadista o como si lo hubiera sido, que en realidad ni una ni otra cosa es o fue, el ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, se comporta con tales ínfulas en cuanta presentación pública hace. Sucedió recientemente en Acapulco, precisamente en el marco de la convención de la AMFE, en donde por sus propias instrucciones ordenó vaciar el salón en donde dictaría su “conferencia magistral” – que no es sino un refrito de la crisis financiera mundial y sus recomendaciones sobre temas de seguridad, entre otros— para que sus ayudantes hicieran una exhaustiva revisión antes de su aparición.
Más aún exigió que no hubiera periodistas. Por los más de 200 mil pesos que cobró por casi dos horas de discurso, sus anfitriones al final lo convencieron de que los representantes de la prensa escucharan de viva voz su refrito y las anécdotas de sus aventuras por el mundo como integrante de la ONU. ¡¡ Vaya con el señor ex presidente de México !!
Sanción a Banorte – Ixe
Luis Pazos y la Condusef podrían darle su bienvenida a Guillermo Ortiz como nuevo presidente de Grupo Financiero Banorte–Ixe, con una sanción a esta institución por engañar a los clientes que provienen del banco de la Torre Mayor. Resulta que les siguen cobrando comisiones por usar sus cajeros automáticos, no obstante de haber emitido un comunicado de prensa donde anunciaban que ya los podían utilizar sin costo alguno.
Delincuentes en Interjet
Mal y de malas la aviación mexicana pues no solamente los pasajeros padecemos la terrible situación en que se encuentra Mexicana de Aviación, cuya ausencia ha sido aprovechada por la competencia para encarecer los vuelos y aumentar sus rutas a costa de un mal servicio.
Pero no sólo es eso, tenemos que en Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa, hace unos días se impidió a dos pilotos ebrios que condujeran una aeronave de Costa Rica al Distrito Federal, mientras que los maleteros de Interjet, de Miguel Alemán Magnani, se despachan con la cuchara grande al abrir el equipaje documentado de los pasajeros para robar sus pertenencias. Es lamentable que esto suceda en una actividad tan sensible para la economía y actividades tan importantes como el turismo.
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