Antonio Gershenson / La Jornada
Son varios los factores que aumentan los precios del petróleo. Todavía hay efectos del incidente del incendio del Golfo de México. Es poca la actividad reanudada en la parte de Estados Unidos, y los costos por las nuevas medidas son más altos.
Otro es el de la guerra de Libia. No sólo se han destruido instalaciones petroleras, sino que hay un bloqueo. El hecho es que este país, de los que más petróleo exportaban en África, redujo muchísimo sus ventas. Y los daños pueden tardar tiempo en su reparación.
Otro más son los efectos del terremoto y tsunami en Japón. Los daños en plantas nucleoeléctricas fueron enormes, y sus efectos en buena medida son de largo plazo. La electricidad faltante se tendrá que generar sobre todo con gas natural y tal vez otros hidrocarburos. Todo el gas de Japón es importado, así que el aumento del precio repercute también en otros países.
Hay otros efectos en las plantas nucleoeléctricas. Varias fueron cerradas en Alemania y otros lados. En otros casos, se revisa o de plano cancela el estudio de nuevas instalaciones de este tipo. Se prevé un mayor uso de otros combustibles, sobre todo más gas, derivados del petróleo y carbón. Se planea el uso de más combustibles de origen vegetal.
Viene de antes lo que pasa en Canadá. Hasta debería incidir en baja en los precios, pero lo más notorio es el cambio en la correlación entre el precio de unos y otros combustibles. Ya en 2004, de la producción de petróleo de un millón 400 mil barriles diarios de petróleo, casi la mitad venía de petróleo sintético. Este último, se deriva de gas extraído de rocas o arenas bituminosas (muy "espesas"). Otra cuarta parte era petróleo extraído directamente de materiales bituminosos. El destino en alto porcentaje era, ya entonces, Estados Unidos.
La producción petrolera de ese país, subió, sobre todo en las variantes mencionadas, a 2 millones 600 mil barriles diarios en 2009, y a 2 millones 700 mil en 2010. Esto fue saturando el mercado de buena parte de Estados Unidos, y llevó a que variantes estadunidenses, como el West Texas Intermediate (WTI), se hicieran más baratos que otros. Antes el WTI era más caro que el Brent de Inglaterra, ahora es por lo menos 10 dólares más barato, a veces hasta 15 dólares.
Por un lado, esto ha llevado a usar más al Brent como indicador; por otro, a que el petróleo en Europa y otros continentes haya subido más.
Otro factor es el cambio en la geografía petrolera. Sigue siendo determinante el petróleo del llamado Medio Oriente. Pero con todos los conflictos, ha habido cambios. Algunos países, como Arabia Saudita, aumentaron su producción, aunque no lo suficiente para compensar la reducción de otros países de esa región que, con o sin conflictos, han bajado su extracción.
En la mayoría de los otros países que producen petróleo, la producción se va reduciendo, como en México. Pero en Rusia, sobre todo en el océano Ártico y sus costas, la producción de petróleo y de gas ha aumentado. En algunos momentos, la producción petrolera rusa rebasó a la de Arabia Saudita, llegando al primer lugar mundial. Nada de esto impide el alza petrolera mundial, pero cambia el cuadro intercontinental.
Esto altera, por lo mismo, los mercados. Es difícil que cantidades importantes de ese petróleo ruso y de este gas lleguen a la parte norte de América. La mayor parte llega a Europa y luego a Asia-Pacífico. Este conjunto de factores puede hacer que los precios del petróleo y el gas aumenten más en América que en el resto del mundo, en la medida que incida la mayor producción ártica y siberiana en el mercado.
¿Por qué el aumento del petróleo afecta a México, si supuestamente somos un país petrolero? No sólo se trata que la producción de crudo ha bajado en nuestro país. De 2004 a 2010 ha bajado 24 por ciento, a pesar de que en las regiones Sur y Marina Suroeste la extracción ha aumentado.
Se trata de que importamos gasolina y otros refinados y petroquímicos en cantidades enormes y a precio más caro al subir su materia prima, el petróleo. Por eso nos afecta el aumento del precio del petróleo. En enero y febrero lo pagado por los refinados importados aumentó casi al doble en relación con el mismo periodo de 2010.
Son los resultados de los tecnócratas que, con el PRI o con el PAN, han gobernado el país desde finales de 1982. No han hecho ninguna nueva refinería. Han golpeado a la petroquímica de Pemex una y otra vez. Han concentrado las exportaciones en el petróleo crudo y han sobrexplotado nuestros campos. Han hecho del contratismo su primer negocio, en vez de invertir directamente en las diferentes áreas de Pemex.
De modo que de nada sirve que un funcionario federal haya querido echarle la culpa a estos altos precios de nuestra situación. La culpa es de ellos, que han seguido una política que ha dañado a nuestra industria petrolera.
Son varios los factores que aumentan los precios del petróleo. Todavía hay efectos del incidente del incendio del Golfo de México. Es poca la actividad reanudada en la parte de Estados Unidos, y los costos por las nuevas medidas son más altos.
Otro es el de la guerra de Libia. No sólo se han destruido instalaciones petroleras, sino que hay un bloqueo. El hecho es que este país, de los que más petróleo exportaban en África, redujo muchísimo sus ventas. Y los daños pueden tardar tiempo en su reparación.
Otro más son los efectos del terremoto y tsunami en Japón. Los daños en plantas nucleoeléctricas fueron enormes, y sus efectos en buena medida son de largo plazo. La electricidad faltante se tendrá que generar sobre todo con gas natural y tal vez otros hidrocarburos. Todo el gas de Japón es importado, así que el aumento del precio repercute también en otros países.
Hay otros efectos en las plantas nucleoeléctricas. Varias fueron cerradas en Alemania y otros lados. En otros casos, se revisa o de plano cancela el estudio de nuevas instalaciones de este tipo. Se prevé un mayor uso de otros combustibles, sobre todo más gas, derivados del petróleo y carbón. Se planea el uso de más combustibles de origen vegetal.
Viene de antes lo que pasa en Canadá. Hasta debería incidir en baja en los precios, pero lo más notorio es el cambio en la correlación entre el precio de unos y otros combustibles. Ya en 2004, de la producción de petróleo de un millón 400 mil barriles diarios de petróleo, casi la mitad venía de petróleo sintético. Este último, se deriva de gas extraído de rocas o arenas bituminosas (muy "espesas"). Otra cuarta parte era petróleo extraído directamente de materiales bituminosos. El destino en alto porcentaje era, ya entonces, Estados Unidos.
La producción petrolera de ese país, subió, sobre todo en las variantes mencionadas, a 2 millones 600 mil barriles diarios en 2009, y a 2 millones 700 mil en 2010. Esto fue saturando el mercado de buena parte de Estados Unidos, y llevó a que variantes estadunidenses, como el West Texas Intermediate (WTI), se hicieran más baratos que otros. Antes el WTI era más caro que el Brent de Inglaterra, ahora es por lo menos 10 dólares más barato, a veces hasta 15 dólares.
Por un lado, esto ha llevado a usar más al Brent como indicador; por otro, a que el petróleo en Europa y otros continentes haya subido más.
Otro factor es el cambio en la geografía petrolera. Sigue siendo determinante el petróleo del llamado Medio Oriente. Pero con todos los conflictos, ha habido cambios. Algunos países, como Arabia Saudita, aumentaron su producción, aunque no lo suficiente para compensar la reducción de otros países de esa región que, con o sin conflictos, han bajado su extracción.
En la mayoría de los otros países que producen petróleo, la producción se va reduciendo, como en México. Pero en Rusia, sobre todo en el océano Ártico y sus costas, la producción de petróleo y de gas ha aumentado. En algunos momentos, la producción petrolera rusa rebasó a la de Arabia Saudita, llegando al primer lugar mundial. Nada de esto impide el alza petrolera mundial, pero cambia el cuadro intercontinental.
Esto altera, por lo mismo, los mercados. Es difícil que cantidades importantes de ese petróleo ruso y de este gas lleguen a la parte norte de América. La mayor parte llega a Europa y luego a Asia-Pacífico. Este conjunto de factores puede hacer que los precios del petróleo y el gas aumenten más en América que en el resto del mundo, en la medida que incida la mayor producción ártica y siberiana en el mercado.
¿Por qué el aumento del petróleo afecta a México, si supuestamente somos un país petrolero? No sólo se trata que la producción de crudo ha bajado en nuestro país. De 2004 a 2010 ha bajado 24 por ciento, a pesar de que en las regiones Sur y Marina Suroeste la extracción ha aumentado.
Se trata de que importamos gasolina y otros refinados y petroquímicos en cantidades enormes y a precio más caro al subir su materia prima, el petróleo. Por eso nos afecta el aumento del precio del petróleo. En enero y febrero lo pagado por los refinados importados aumentó casi al doble en relación con el mismo periodo de 2010.
Son los resultados de los tecnócratas que, con el PRI o con el PAN, han gobernado el país desde finales de 1982. No han hecho ninguna nueva refinería. Han golpeado a la petroquímica de Pemex una y otra vez. Han concentrado las exportaciones en el petróleo crudo y han sobrexplotado nuestros campos. Han hecho del contratismo su primer negocio, en vez de invertir directamente en las diferentes áreas de Pemex.
De modo que de nada sirve que un funcionario federal haya querido echarle la culpa a estos altos precios de nuestra situación. La culpa es de ellos, que han seguido una política que ha dañado a nuestra industria petrolera.
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