lunes, 17 de agosto de 2009

ALEMANIA Y FRANCIA SALEN DE LA RECESIÓN

Juan Gómez
Las dos mayores economías de la eurozona, la alemana y la francesa, salieron de la recesión durante el segundo trimestre del año al registrar un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 0,3% en ambos casos. Los dos pesos pesados europeos indican así que la crisis económica podría estar terminando, al menos en lo que concierne a los países del euro. En conjunto, el PIB de los 16 países del euro cayó un 0,1% de abril a junio respecto al trimestre anterior, lo que supone una contención sustancial de la recesión.
Aunque la caída interanual del PIB alemán alcanza el 5,9% según datos de Eurostat -7,1% sin tener en cuenta la estacionalidad y el calendario-, los datos del último trimestre terminan técnicamente con la recesión.
Es una de las primeras sorpresas agradables que dan los indicadores económicos desde que comenzara la crisis mundial hace ya dos años. En Alemania, la recesión que acaba de terminar fue la más grave desde que se fundó la República Federal en 1949. Por primera vez desde principios de 2008, la más potente economía de Europa dio la buena noticia del crecimiento, a la vez que la Oficina Federal de Estadística (Destatis) corregía los números del hundimiento registrado en el primer trimestre del año. La economía alemana no había caído, como se dijo entonces, un 3,8%, sino un más moderado 3,5%.
Las razones del repunte primaveral fueron, según los expertos, la recuperación del consumo privado y el aumento del gasto público impulsado por los paquetes de reactivación acordados por democristianos y socialdemócratas. Además, el retroceso en las exportaciones se contrarrestó por la disminución de las importaciones, lo cual permitió que la balanza comercial alemana contribuyera también al crecimiento económico.
La mayoría de los analistas esperan ahora ciertos niveles de recuperación. El segundo semestre de 2009 podría traer, por tanto, el final de la recesión en toda Europa. Pero, para muchos, será sólo un efecto temporal.
El riesgo más grave llegará con el previsible impacto de los muchos meses de contracción económica en los mercados de trabajo centroeuropeos. Con el aumento del paro y la impresión que causa en la sociedad, el consumo cae y suben los gastos sociales. Además, los expertos advierten sobre el estrecho índice de préstamos bancarios y, sobre todo, de las consecuencias del final de los multimillonarios programas estatales de estímulo económico.
Analistas y expertos están de acuerdo en prevenir contra cualquier tipo de euforia. Lo cierto es que, tras la drástica caída que han sufrido las economías en los últimos tiempos, toda la eurozona registra peores datos que hace un año. En Alemania, los economistas de Destatis apuntaron que la economía está en niveles de 2005. Cuatro años que no han servido para mejorar nada. Y ésa es la buena noticia.
La sorpresa en Francia, la segunda economía de la eurozona, fue pareja a la vivida en Alemania. La ministra de Economía, Christine Lagarde, lo anunció ya de mañana, antes de que salieran los datos oficiales. El 0,3% de crecimiento del PIB francés pilló a todos desprevenidos. Francia llevaba, como Alemania, cuatro trimestres recortando el PIB. En el primer trimestre de 2009, la economía francesa se contrajo en un 1,3%, una décima más de lo que se calculó hace unos meses. Para el segundo trimestre, los economistas preveían una nueva caída, esta vez del 0,3%. Como ha sucedido en toda la eurozona, el PIB interanual francés se redujo. En este caso, un 2,6% respecto al mismo período de 2008.
Al igual que en Alemania, el aumento del consumo privado y la fuerte inversión pública tiraron de los resultados. Las exportaciones francesas crecieron un 1% el pasado trimestre, mientras que el país vecino importó un 2,3% menos que en el trimestre anterior. Así, el comercio exterior contribuyó, también en Francia, al asombroso crecimiento. Para 2009, los estadísticos franceses esperan que la economía caiga un 2,4%.
Al otro lado del Rin, la economía se orienta a la exportación. Por eso Alemania sufrió directamente las consecuencias de la crisis global. La caída de la venta de coches y otros productos manufacturados golpeó con dureza a la industria. Y aún es así. No obstante, la semana pasada se publicaron los primeros indicios de un crecimiento continuado de los pedidos industriales alemanes. De estos datos se podía inferir, por un lado, las confirmadas perspectivas de estabilización. Por otro, el aumento de pedidos en una economía eminentemente exportadora apunta a que la coyuntura mundial podría estar, también, recuperándose.
El ministro de Economía, el socialcristiano bávaro Karl-Theodor zu Guttenberg (CSU), achacó el éxito de ayer a la "rápida y valiente acción" del Gobierno. En plena (y de momento, más bien calmosa) precampaña electoral para las elecciones generales del mes de septiembre, es probable que la canciller Angela Merkel (CDU) logre apuntarse el tanto de la tímida recuperación, por más que gobierne en coalición con su principal rival, el socialdemócrata SPD.
Fuente: El País

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