- La industria del automóvil ve rebajado el gravamen al 15%
- El sector del metal atestigua como se eleva al 50%
- La alimentación avisa de pérdidas
Lidia Montes - Bruselas - elEconomista.es
La espiral de tensiones comerciales que conjuraba la escalada arancelaria esgrimida por Donald Trump encontraba este fin de semana cierto alivio. Con mayor o menor satisfacción respecto al resultado, la UE y EEUU llegaban a una solución a sus negociaciones que se zanjaba con un arancel universal del 15% desde ambos lados del Atlántico, aunque contempla ciertas excepciones. El gravamen a las importaciones es un balón de oxígeno para la industria del automóvil que ve como se rebaja la tasa que se aplicaba, aunque la presión aumenta para otros sectores como el metal o el agrícola.
El encuentro al más alto de nivel se fraguó este fin de semana en Escocia entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente estadounidense, Donald Trump. Se cerró con un arancel general del 15%. Excluye de este cómputo a productos farmacéuticos y semiconductores. En el primero de los casos dependerá de las conclusiones que la Casa Blanca extraiga tras la investigación que ha puesto en marcha sobre el sector.
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