lunes, 21 de julio de 2025

La deuda de las grandes economías occidentales es un polvorín y la mecha ya está corriendo

  • Desde la crisis de 2008 las grandes economías han disparado su endeudamiento
  • La situación fiscal de Francia, Estados Unidos y Japón amenaza con una crisis financiera
  • Los Gobiernos no han seguido las advertencias de Draghi en los años del 'QE'

La deuda se ha convertido en una bomba a punto de estallar. Foto: Dreamstime

Víctor Blanco Moro - Madrid - elEconomista.es

Las grandes economías de Occidente comparten ahora una debilidad, que tiene a muchos inversores en vilo, y que puede ser el detonante de una crisis financiera si la situación no se gestiona con extrema cautela. Algunos de los países más importantes del mundo han acumulado una enorme cantidad de deuda desde la Gran Crisis Financiera y, aunque desde el Covid el nivel de endeudamiento frente al PIB se ha moderado algo, la situación es muy preocupante en países tan importantes como Estados Unidos, Japón o Francia. Para financiar el crecimiento económico tras la crisis, y también para luchar contra el impacto de los confinamientos durante el Covid, algunas de las principales economías mundiales han acumulado un polvorín de deuda en sus sótanos, y hay señales evidentes de complicaciones a la hora de vaciarlo. Por el camino, cualquier chispa puede hacer detonar el polvorín y desatar una crisis de mercado que se puede contagiar a la bolsa.

En la crisis de deuda europea de 2011 y 2012 los países periféricos preocupaban al núcleo de la Unión: los dos grandes motores de la economía europea, Francia y Alemania, eran duros con sus vecinos, por haber sido irresponsables fiscalmente hasta llevar sus finanzas públicas al colapso. Sin embargo, desde la Gran Crisis Financiera, hasta ahora, algunas de las economías más sólidas del planeta, como son Francia, Japón o Estados Unidos, han empeorado mucho su balance, y ahora acumulan una montaña de deuda que se ha convertido en la gran amenaza para los mercados financieros.

El hecho de que ahora coincidan varias de estas economías en esta situación es especialmente preocupante, ya que, si se producen tensiones en los mercados para alguno de estos países, se puede generar una reacción en cadena que acabe haciendo que los mercados mundiales se tensionen y caigan como fichas de dominó. El papel de Japón es especialmente importante en este sentido, por su relación con Estados Unidos, al ser el principal acreedor internacional del gigante norteamericano.

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