Carlos Ramírez - El Independiente
México y la opresión neoliberal del Fondo Monetario Internacional
El FMI y el BM constituyeron la gran ofensiva del Departamento del Tesoro de la Casa Blanca para someter a control a los Estados que habían desarrollado políticas públicas entre populistas y sociales y que estaban sacrificando la estabilidad macroeconómica con gasto presupuestal desordenado frente a los ingresos fiscales
El economista mexicano Agustín Carstens Carstens se perfila como posible próximo director-gerente del Fondo Monetario Internacional, un organismo considerado como el Ministerio de Finanzas del dólar estadounidense, del capitalismo norteamericano y de la ideología del mercado.
De acuerdo con su biografía, Carstens había llegado a ser el subdirector-gerente del FMI 2003-2006, pero dejó el cargo para asumir la Secretaría de Hacienda y Crédito Público del gabinete panista de Felipe Calderón Hinojosa. Ahora, y con esa ventaja, Carstens se perfila como el candidato más viable a ocupar la dirección del organismo internacional que controla el capitalismo estadounidense y que impone condicionalidades a los países de la economía occidental a cambio de avales y créditos para problemas internos.
México ingresó en la economía neoliberal por la irrupción abrupta del FMI en 1975, cuando el abuso en el gasto público en el gobierno del presidente Echeverría provocó un déficit presupuestal de 8% que no pudo sostenerse con crédito internacional y que obligó a la devaluación del 31 de agosto de 1976, después de 22 años de estabilidad cambiaria por el desequilibrio entre gasto público-inflación-tipo de cambio.
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