Jesús Alberto Cano Vélez (*)
Más allá del inevitable impacto este año de la crisis económica, que se esparce por el mundo con la creciente crisis de Europa y la disminución de la energía económica de Estados Unidos, es tiempo de enfocarnos en las medidas que se deben aplicar a nivel internacional y en las políticas que debemos promover aquí en México no sólo para protegernos sino para promover nuestra economía y el empleo.
Ya vimos, la semana pasada, el “hachazo al Euro” que dio la rebaja masiva de las calificaciones de nueve países europeos, de parte de la calificadora Standard and Poor’s, que acusa diversos grados de insolvencia a esos países en plena crisis económica mundial, cuando están luchando todo lo posible por rescatar sus economías y el Euro.
La respuesta francesa fue que se seguirá promoviendo la competitividad y el crecimiento así como su actual proceso de desendeudamiento; embarcada como está, en un proceso electoral en el que Sarkozy corre el riesgo de no retener la presidencia del país galo.
Mientras tanto, la Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, viaja y promueve en el mundo medidas para el fortalecimiento del FMI, para que el organismo mundial responda mejor ante los episodios de crisis que sin duda ocurrirán durante el año, en los países. Se están diseñando medidas para ampliar sus recursos de apoyo, tales como la ampliación de las cuotas y préstamos de países acreedores, que le puedan ayudar. Candidatos habrá que lo van a necesitar. Ahí están los nueve países cuyas calificaciones de solvencia bajaron.
Por ejemplo, Grecia ya está en la antesala de incumplir sus compromisos leoninos con Alemania y demás rescatadores, supuestamente para salvar a ese país de la bancarrota. Podría ahora verse forzada a separarse del área Euro y retornar a su tradicional moneda griega, para disponer de márgenes de maniobra ante su crisis. Pero ello tronaría a un gran número de sus bancos acreedores, en diversos países europeos, ampliando así y contagiando del germen de la crisis que se esparza.
De ahí que Grecia podría ganar poder de convencimiento y de negociación ante su insistencia con los acreedores, de que le incluyan una QUITA grande a su deuda, en el paquete de rescate.
¿Y México Qué?
Pues ahora México está en el centro del torbellino mundial, porque este año le toca encabezar al Grupo de los 20 países encargados de promover la reforma del sistema monetario mundial --el G-20--. Y habrá diversas reuniones de esos países, con México a la cabeza, concluyendo en julio de este año con una magna reunión en México, en la que se deberán tomar medidas significativas en el sistema monetario internacional.
Ese es México, como “luz de la calle” pero ¿Qué el de la “obscuridad de su casa”?
Hay básicamente dos caminos a seguir:
(1) Uno es el que el Ejecutivo ha venido proponiendo con insistencia, de tiempo atrás: que el Congreso apruebe sus diversas reformas para que El Mercado sea más eficiente en resolver nuestro desempleo, pobreza, lento crecimiento, la concentración de ingresos en unos cuantos y la pobreza en unos muchos; y
(2) Que el ejecutivo entre al “cuadrilátero” con la aplicación de políticas públicas. Algunas para generar empleos con urgencia; otras para reducir la pobreza en los sectores de la economía donde urge, como en el campo; y todavía otras para acelerar el crecimiento económico. El Estado mexicano dispone de instrumentos microeconómicos, de puntería precisa; y todavía otros, macroeconómicos, de impacto general e importantes. Solo tiene que tomar cartas en el asunto y no temerle a intervenir en la economía, con precisión y prudencia. No es Pecado.
(*) Presidente de El Colegio Nacional de Economistas
Más allá del inevitable impacto este año de la crisis económica, que se esparce por el mundo con la creciente crisis de Europa y la disminución de la energía económica de Estados Unidos, es tiempo de enfocarnos en las medidas que se deben aplicar a nivel internacional y en las políticas que debemos promover aquí en México no sólo para protegernos sino para promover nuestra economía y el empleo.
Ya vimos, la semana pasada, el “hachazo al Euro” que dio la rebaja masiva de las calificaciones de nueve países europeos, de parte de la calificadora Standard and Poor’s, que acusa diversos grados de insolvencia a esos países en plena crisis económica mundial, cuando están luchando todo lo posible por rescatar sus economías y el Euro.
La respuesta francesa fue que se seguirá promoviendo la competitividad y el crecimiento así como su actual proceso de desendeudamiento; embarcada como está, en un proceso electoral en el que Sarkozy corre el riesgo de no retener la presidencia del país galo.
Mientras tanto, la Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, viaja y promueve en el mundo medidas para el fortalecimiento del FMI, para que el organismo mundial responda mejor ante los episodios de crisis que sin duda ocurrirán durante el año, en los países. Se están diseñando medidas para ampliar sus recursos de apoyo, tales como la ampliación de las cuotas y préstamos de países acreedores, que le puedan ayudar. Candidatos habrá que lo van a necesitar. Ahí están los nueve países cuyas calificaciones de solvencia bajaron.
Por ejemplo, Grecia ya está en la antesala de incumplir sus compromisos leoninos con Alemania y demás rescatadores, supuestamente para salvar a ese país de la bancarrota. Podría ahora verse forzada a separarse del área Euro y retornar a su tradicional moneda griega, para disponer de márgenes de maniobra ante su crisis. Pero ello tronaría a un gran número de sus bancos acreedores, en diversos países europeos, ampliando así y contagiando del germen de la crisis que se esparza.
De ahí que Grecia podría ganar poder de convencimiento y de negociación ante su insistencia con los acreedores, de que le incluyan una QUITA grande a su deuda, en el paquete de rescate.
¿Y México Qué?
Pues ahora México está en el centro del torbellino mundial, porque este año le toca encabezar al Grupo de los 20 países encargados de promover la reforma del sistema monetario mundial --el G-20--. Y habrá diversas reuniones de esos países, con México a la cabeza, concluyendo en julio de este año con una magna reunión en México, en la que se deberán tomar medidas significativas en el sistema monetario internacional.
Ese es México, como “luz de la calle” pero ¿Qué el de la “obscuridad de su casa”?
Hay básicamente dos caminos a seguir:
(1) Uno es el que el Ejecutivo ha venido proponiendo con insistencia, de tiempo atrás: que el Congreso apruebe sus diversas reformas para que El Mercado sea más eficiente en resolver nuestro desempleo, pobreza, lento crecimiento, la concentración de ingresos en unos cuantos y la pobreza en unos muchos; y
(2) Que el ejecutivo entre al “cuadrilátero” con la aplicación de políticas públicas. Algunas para generar empleos con urgencia; otras para reducir la pobreza en los sectores de la economía donde urge, como en el campo; y todavía otras para acelerar el crecimiento económico. El Estado mexicano dispone de instrumentos microeconómicos, de puntería precisa; y todavía otros, macroeconómicos, de impacto general e importantes. Solo tiene que tomar cartas en el asunto y no temerle a intervenir en la economía, con precisión y prudencia. No es Pecado.
(*) Presidente de El Colegio Nacional de Economistas
No hay comentarios:
Publicar un comentario