lunes, 30 de enero de 2012

"LA CRISIS VOLVERÁ"

C. PÉREZ - Davos - EL PAÍS
El más europeísta de los economistas estadounidenses (y puede que de los europeos), Barry Eichengreen, explica la enrevesada crisis continental con una especie de alegoría. La crisis es una doble hélice devastadora: dos espirales negativas que machacan los cimientos del proyecto europeo. Uno de los círculos viciosos es el que retroalimenta los problemas de deuda pública y los de la banca. El segundo vincula austeridad y crecimiento: los recortes conducen a la recesión, y con ella los déficits se disparan. "El BCE ha roto temporalmente el primer círculo. Pero la obsesión de Alemania con la austeridad es preocupante". Eichengreen apura una copa de vino y cuenta un viaje reciente por España: "Vi carreteras a ninguna parte, vi los efectos de la burbuja. Y el nacimiento de los indignados: las crisis, cuando se alargan, acaban teniendo mil caras: la del descontento social puede ser inquietante".
Pregunta. La crisis europea se ha suavizado. ¿Habrá recaída?
Respuesta. Gracias al BCE ha disminuido el riesgo de ruptura del euro, de fracaso inevitable al que parecía abocada Europa. Los líderes tienen poco tiempo para tomar las medidas adecuadas o la crisis volverá. Incluso con esas medidas la crisis volverá a finales de marzo, y eso en el mejor de los casos.
P. ¿Qué hacer entonces?
R. No hay una solución rápida. El BCE tiene que ser aún más activista, Alemania tiene que gastar más, Europa tiene que avanzar hacia una verdadera unión fiscal. Tengo mis dudas con Alemania.
P. ¿El exceso de prudencia tiene sus peligros?
R. Si unos países consolidan otros tienen que gastar; si algunos países necesitan exportar para crecer, otros deben importar. Europa tiene que recortar y hacer reformas, pero eso no basta.
P. La cumbre de mañana Bruselas se centra en el crecimiento.
R. Pura retórica. Europa confía en que el mito de la austeridad traerá, por arte de magia, la confianza. ¿No hemos aprendido nada de los años treinta?
P. ¿Qué va a suceder con Grecia?
R. Grecia ya no importa. Importan Italia y España.
P. ¿Es optimista?
R. El Gobierno y la gente han asumido la gravedad de la crisis. Igual que en Italia. Es un primer paso. En España hay un grave problema en la banca y sobre todo hay un gravísimo problema de paro, que requiere una reforma laboral. Eso va a ser clave. Eso, y la ayuda de Europa para generar crecimiento: difícil con el nivel de dogmatismo actual.
P. ¿Qué haría usted?
R. Reformas, austeridad donde haga falta y un mayor activismo del BCE. Y a más largo plazo, dar pasos hacia una unión fiscal, hacia más Europa. Solo hay un problema: Europa necesita crecer ahora: ya. Para eso Alemania tiene que olvidarse de fundamentalismos.

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