- El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum se desistió de aplicar una medida arbitraria que no sólo quebraría a buen número de aseguradoras, sino que activaría demandas internacionales contra el Estado mexicano
Darío Celis - El Heraldo de México
AL FINAL, LA sangre no llegó al río y la sensatez del segundo piso de la 4T se impuso sobre la intransigencia del primer piso, el que construyó Andrés Manuel López Obrador. Sí, nos referimos a la pretensión de cobrar retroactivamente el IVA a las aseguradoras en los ejercicios que iban más allá de 2018, cuando la entonces titular del SAT, Raquel Buenrostro, inició con el hostigamiento.
Después, su sustituto, Antonio Martínez Dagnino, lo continuó por todo el sexenio lopezobradorista, hasta que la semana pasada quedó sellado un acuerdo político.
El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum se desistió de aplicar una medida arbitraria que no sólo quebraría a buen número de aseguradoras, sino que activaría demandas internacionales contra el Estado mexicano.
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