- Las quiebras bancarias históricas y recientes evidencian vulnerabilidades del sistema financiero frente a riesgos mal gestionados, mientras el auge de criptomonedas y tecnologías digitales plantea una transformación que podría redefinir o desplazar a los bancos tradicionales.
Por: Horacio Esquivel* - El Economista
Antes de la crisis de las hipotecas subprime, pocos apostaban por una crisis sistémica del sistema bancario y prácticamente nadie habría anticipado la quiebra de Lehman Brothers, ocurrida en septiembre de 2008, tras más de 150 años desde su fundación en 1850. La salida masiva de clientes tras la devaluación de sus activos y la apuesta en Credit Default Swaps (CDO’s), que fungían como seguros de alto riesgo para hipotecas de baja calidad, fungieron como causas de su quiebra.
Pocos también habrían previsto la desaparición, en 1995, de uno de los bancos más longevos y emblemáticos de Inglaterra, el Banco Barings, causada por una pésima gestión de riesgos ante acciones especulativas de un solo empleado: Nick Leeson.
Otro caso icónico y reciente es la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) en marzo de 2023, debido a una alta concentración de clientes y una fuerte exposición en bonos del Tesoro de largo plazo. A pesar de ser consideradas inversiones de bajo riesgo, cuando la FED aumentó las tasas de interés para atacar la inflación, los bonos cayeron y perdieron su valor, arrastrando consigo al SVB.
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