Sextante
Federico Reyes Heroles - El Siglo de Durango
Un día, circulando con Peter Eigen por la CDMX, el abogado alemán que tuvo la visión de fundar de Transparencia Internacional y poner en la agenda del mundo el tema y sus costos, Peter me sorprendió con una pregunta. “¿Cómo, esta calle se llama Revolución? En Alemania eso estaría vetado”. Después de la terrible experiencia del ascenso del nazismo apoyado en la estructura legal de la República de Weimar, la Constitución de 1949 fue tajante. Todos los partidos deben defender el orden constitucional. La dignidad humana, los derechos humanos son inviolables e inalienables. Le llaman “Cláusula de la eternidad”, ninguna mayoría parlamentaria puede restringirlos. ¿Qué dirían de la PPO? Los partidos anticonstitucionales están prohibidos y los existentes están obligados a promover la democracia. Ese día traté de explicarle que la Revolución Mexicana, la de Madero, había desplazado a una dictadura y ello había dado cauce a un gran enfrentamiento con quizá un millón de muertos. El eje fueron los derechos sociales, agrarios, laborales, entre otros. Me escuchó meditando.
Otro cruce, leyó INSURGENTES, pidió explicación. La avenida más larga de la capital, festeja a los levantados en armas. Peter me miró con ironía: “Entonces aquí festejan a los que destruyen a las instituciones”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario