Cñaudio Ochoa Huerta - Sonora Presente
Ya no es a través de la Unidad de Inteligencia Financiera como solía serlo con el gobierno de López Obrador. Desde que salió Pablo Gómez y entró Omar Reyes Colmenares, cercano a Omar García Harfuch, esa oficina recuperó algo de seriedad y dejó de ser utilizada tan fácilmente como un instrumento de espionaje e intimidación contra los adversarios. Pero en manos del régimen quedó otra opción no menos desgastante: el Servicio de Administración Tributaria que todavía permanece bajo control de Antonio Martínez Dagnino, operador cercano de Andy López Beltrán, el cansado.
Precisamente a través del SAT, el gobierno de la presidenta Sheinbaum ha realizado una serie de auditorías contra la alcaldesa de la Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, quien llegó al puesto gracias a la alianza PRI-PAN-PRD y que resistió la batalla contra uno de los clanes políticos que mejor operan en este país: los Monreal.
En los expedientes, Alessandra no está sola. Las fuentes relatan que la orden incluyó revisar de pies a cabeza a toda su familia. Primero su papá, Martín, junto con su hermano Gabriel, por la operación y presunto lavado de dinero en los gimnasios conocidos como “El T3mplo”, que cuentan con cuatro sucursales en la Ciudad de México, pero también con la venta de su propia marca de proteína hecha por una empresa llamada “Suplementos Alimenticios SOBA S.A. de C.V.”
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