Ramón Alberto Garza - Sonora Presente
El dilema de la presidenta Claudia Sheinbaum no es “contentar o no contentar”. Su encrucijada es “a quién contentar”.
Todavía resuena la queja desde Washington que se dio el lunes en la Oficina Oval, en donde Donald Trump dejó en claro que no está contento con México. No le gustó al jefe del Estado norteamericano lo que pasó el fin de semana con la marcha y la represión que se vivió de la Generación Z, como tampoco está contento por los resultados de la lucha contra las drogas y los capos del crimen organizado.
Pero en Palenque, Chiapas, tampoco están contentos con la inquilina de Palacio Nacional. El ex presidente Andrés Manuel López Obrador está muy molesto con su sucesora. Siente que le está pagando muy mal el honor que le hizo al dejarle la silla presidencial. Que aunque de dientes para afuera lo defienda y le jure amor eterno en cada Mañanera, los hechos cuentan otra historia.
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