- La investigación del crimen contra Ximena Guzmán y José Muñoz es de alta prioridad para la presidenta Sheinbaum, quien, pese a sus diferencias con Brugada, desde el primer momento puso al gabinete de seguridad a trabajar en el caso.
Raymundo Riva Palacio - El Financiero
Tres meses después del asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, quizás los dos colaboradores más cercanos de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, ¿qué se tiene? Trece personas detenidas, seis presuntamente por su participación en la logística del atentado, y otras siete, aparentemente, porque no lo han precisado las autoridades, por narcomenudeo y robo. ¿Qué no se tiene? Al asesino, que reconocieron las autoridades tenía un entrenamiento especializado -no era un sicario ordinario- y el arma que utilizó. Tampoco a los autores intelectuales y el móvil, aunque esto será producto de una segunda fase, si es que en algún momento la opinión pública llega a conocer la verdad de este crimen.
El avance de la investigación fue dado a conocer ayer por la tarde en una conferencia de prensa donde lo más revelador fue lo que revelaron como si fuera algo normal. Oficialmente la investigación la encabeza la fiscal general de Justicia de la Ciudad de México, Bertha Alcalde, porque los homicidios pertenecen al fuero común. Pero por encima de ella, está todo el gobierno federal. Como describió el secretario de Seguridad Pública federal, Omar García Harfuch, participan el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República y el Centro Nacional de Inteligencia.
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