lunes, 25 de agosto de 2025

De la IED (1/2)

 Por: Arturo Damm Arnal - La Razón de México

De las inversiones directas dependen la producción de bienes y servicios; la creación de empleos, puesto que para producir alguien debe trabajar; la generación de ingresos, ya que a quien trabaja se le paga, empleos e ingresos de los que depende, en buena medida, el bienestar de las personas, sobre todo si ha de ser el resultado de la generación personal de ingreso por trabajo, no de la redistribución gubernamental del mismo.

Todo ello, desde producción hasta bienestar, depende de las inversiones directas, que son nacionales y extranjeras. Estas últimas representan, aproximadamente, el 10% del total, y se dividen en nuevas inversiones, reinversión de utilidades y cuentas entre compañías (transacciones que tienen lugar entre las matrices y sus filiales en otros países: préstamos, transferencias, pago de regalías, pago de dividendos, etc.).

De los tres componentes de la inversión extranjera directa, IED, el más importante para medir la confianza de los empresarios foráneos para invertir directamente (abrir empresas, hacer negocios, generar utilidades), son las nuevas inversiones.

Ler más

No hay comentarios:

Publicar un comentario