Mario Maldonado - Sonora Presente
El intento de censura en México alcanzó otro nivel: ahora se paga con desplegados millonarios en los principales medios del país. Así apareció el “aviso público” de Grupo Vidanta, firmado por su apoderado legal Raúl Cruz Peña, en el que me acusa de mentir y anuncia una demanda por “difamación”. No es una aclaración, es un intento de intimidación de uno de los grupos empresariales más poderosos de México, con resorts de lujo y campos de golf que presumen glamour hacia afuera, pero que hacia adentro exhiben la peor práctica de los poderosos: callar al periodismo con litigios y presiones políticas. Se trata de un ataque directo contra la libertad de expresión, de un golpe orquestado desde el dinero y la influencia política para borrar con amenazas lo que no pudieron desmentir con hechos.
El poderoso grupo empresarial me señala de mentir con relación a un tema que involucra una cifra de 30 mil millones de pesos, cuando en realidad lo único que reporté fue un hecho verificable, corroborado por distintas fuentes y confirmado en el propio comunicado de Vidanta: existe un vínculo familiar entre un accionista de Kapital Bank y la familia de Daniel Chávez Morán, fundador de Vidanta. La empresa lo admite, con lenguaje altisonante, al describir al accionista como sobrino de la exesposa de Chávez Morán. El divorcio ocurrió hace 30 años, argumentan. Pero ese es precisamente el punto: yo no inventé, no fabulé, no especulé. Reporté un parentesco que la propia compañía reconoce.
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