Ricardo Raphael - Milenio
“Considero (a Ignacio Ovalle) una gente con principios, una gente honesta, no lo considero una gente corrupta… lo traicionaron, (la) gente que venía tiempo atrás con él”.
Esto fue lo que declaró el ex presidente Andrés Manuel López Obrador cuando ya no hubo manera de ocultar el desfalco de Segalmex, la empresa del Estado creada durante su mandato para abastecer de alimentos a bajo precio a las poblaciones más vulnerables, así como para asegurar precios justos para los productores del campo mexicano.
Aunque toda corrupción es detestable, en este tema también hay gradaciones. La peor corrupción es aquella donde se comete un robo contra los más pobres para enriquecer a unos cuantos privilegiados, y justo esto fue lo que ocurrió con Segalmex.

No hay comentarios:
Publicar un comentario