Jorge Volpi - El Siglo de Torreón
Según los datos del INEGI -tras la desaparición del Coneval, ahora la institución encargada de realizar estas mediciones- , durante el sexenio de López Obrador se produjo una importante disminución en la pobreza multidimensional, que pasó de afectar a 51.9 a 38.5 millones de personas. A su vez, la población en pobreza extrema disminuyó de 8.7 a 7 millones. Más allá de las críticas que se han realizado a los criterios de evaluación, se trata de un logro que parecería confirmar el lema que guía los pasos de la Cuarta Transformación: “Por el bien de todos, primero los pobres”. Esa fue la premisa que la llevó al poder y la que, seis años después, permitió la amplia victoria de Claudia Sheinbaum.
Las cifras aportadas por el propio INEGI también detallan, sin embargo, áreas en las que no solo no hubo avances, sino graves retrocesos. El número de personas vulnerables por carencias sociales -es decir, por su nivel de acceso a educación, salud, vivienda y servicios básicos- aumentó de 32.7 a 41.9 millones, mientras que la población con al menos tres de ellas creció de 25 a 27 millones. Valiéndose de los mismos datos, no hay duda de que hubo áreas en las que la apuesta por los pobres simplemente no existió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario