Frente al desconcierto general, necesitamos
desesperadamente un diálogo público comprensible, una cultura económica de
responsabilidad y salvaguardar la frágil cohesión social durante los años
difíciles
La bomba de nuestras finanzas
solo volverá a funcionar si se ceba con dinero exterior
A una velocidad incierta,
posiblemente la moneda común nos llevará a un Gobierno común
Emilio Trigueros / El País
En 1912,
un poeta español escuchó la risa cantarina de una mujer a través de su la pared
de su dormitorio, en una residencia de estudiantes. Aquel poeta había alcanzado
ya una altura considerable, pero era demasiado tributario del recargado estilo
modernista de la época. La mujer le dijo que encontraba su poesía artificial y
cursi. Cuatro años después, se casaron en Nueva York, y en el libro que
escribió entonces, el poeta encontró una veta de que alumbraría la poesía de
toda una generación. En uno de los poemas, escribió: “porque no se trata de
decir cosas chocantes… sino de decir la verdad sencillamente, la mayor verdad y
del modo más claro posible”.
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