Santander
es el banco con el mejor desempeño bursátil en la bolsa española en lo que va
del año y mira de lejos a su competencia en ese renglón.
Sin
embargo, las perspectivas de corto plazo para las acciones bancarias en España
no son las mejores en momentos en que se teme que Moody’s aseste un nuevo y
duro golpe al costo financiero de la deuda española rebajando nuevamente su
calificación para dejarla a un peldaño de perder el grado de inversión.
Pero el
futuro de Santander no ha sido puesto en entredicho por los expertos. Y allí
está para confirmarlo la oportuna venta de 24.9% de las acciones en bolsa de su
filial en México. Un porcentaje accionario de la rentable división mexicana
que, en su corta historia, resume el olfato y la sagacidad que caracteriza a Emilio
Botín, el viejo banquero que preside su directorio.
Casi una
cuarta parte de las acciones de Santander México ha sido la porción del capital
que Botín ha utilizado desde hace casi una década para rentabilizar su
inversión en México y potenciar su base de capital.
No hay
que olvidar que en 2003, tres años después de adquirir Serfin en mil 550
millones de dólares, Santander vendió 24.9% del capital social de su franquicia
en México al Bank of America por mil 600 millones de dólares. Con esta
operación, Santander México se valuaba ya en seis mil 400 millones de dólares,
dejando ver a los accionistas que la apuesta de Botín por el potencial del
mercado mexicano había sido acertada.
Siete
años después, en 2010 y aún con los estragos de la crisis bancaria
estadunidense encima, Botín le recompró al Bank of America en dos mil 500
millones de dólares el mismo 24.9% de las acciones de Santander México, un
precio de ganga que el banquero español no dejaría pasar.
La
apuesta le resultó. Apenas un par de años después -y aprovechando el buen
momento por el que pasa México- esa misma fracción del capital recomprada al
banco estadunidense es puesta a la venta en los mercados bursátiles de México y
Estados Unidos en poco más de cuatro mil 100 millones de dólares, una operación
que valúa a la franquicia mexicana del banco español en la friolera de 16 mil
500 millones de dólares, muy lejos de aquella inversión inicial en Serfín de
hace 12 años.
Sagacidad,
oportunidad y algo de fortuna de Botín. No sólo con su apuesta mexicana
recuperó en tres años lo pagado por Serfín, sino que ha utilizado eficazmente
la base de su capital en México para nuevas inversiones en otras latitudes, y
ahora -con el mismo 24.9%- reforzará su estrategia para “darle la vuelta” a los
malos tiempos por los que pasa su negocio en España, capitalizando a su matriz.
Simple, negocio redondo.
SÍGALE LA
PISTA…
¿CÓMO
VAMOS? Hoy temprano en el Club de Banqueros el Instituto Mexicano para la
Competitividad y México Evalúa, que dirigen Juan Pardinas y Edna
Jaime, respectivamente, presentarán el observatorio económico “México,
¿Cómo vamos?”. Un notable esfuerzo desde la sociedad civil para medir
resultados en la aplicación de las políticas públicas, y precisar metas de
desempeño económico que permitan lograr los objetivos propuestos para el
desarrollo. Un proyecto que vale la pena apuntalar.
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