jueves, 27 de septiembre de 2012

"SE INFLINGE A ESPAÑA UN DOLOR SIN SENTIDO": KRUGMAN CRITICA LA AUSTERIDAD EUROPEA

elEconomista.es

No es la primera vez que Paul Krugman insiste en que las políticas de rigurosa austeridad sumen a las economías deprimidas en una depresión aún más profunda. El Nobel de Economía incide hoy en la misma idea. Ve positivas medidas como el plan del BCE, pero tiene claro que Draghi no será capaz de salvar la Eurozona si sus líderes siguen pensando que la política de "infligir dolor por el bien de infligir dolor" es la adecuada.
En su blog del New York Times Krugman señala que la historia básica de la crisis del euro sigue siendo la misma: es esencialmente una crisis de balanza de pagos, mal interpretada como una crisis fiscal. La pregunta clave, indica, "es si la devaluación interna es realmente viable".
"Las raíces de la crisis no se encuentran en el despilfarro de los gobiernos, sino en los grandes flujos de capital principalmente desde Alemania hacia los países de la periferia durante los años de bonanza". Estos flujos de capital, explica, "impulsaron el boom de los periféricos y unos salarios y unos precios relativamente altos en los países como Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia en relación con Alemania".
La combinación de las economías periféricas profundamente deprimidas (con crecientes déficits presupuestarios) y los temores ante una ruptura del euro se ha traducido en un auténtico ataque contra la deuda de los periféricos, prosigue. Pero la raíz sigue siendo la balanza de pagos/coste del problema. Y cualquier solución a esta situación debe pasar por devolver precios y costes de nuevo a una senda sostenible.
Es, en este contexto, en el que hay que enmarcar las acciones anunciadas en el último año por el Banco Central Europeo. Primero con las dos subastas a tres años de diciembre y febrero y luego con su plan para comprar deuda, ha intervenido para limitar los rendimientos de los bonos fuera de control, frenando la fuga de capitales.
"Me alegro por él". Pero todavía es necesaria una "devaluación interna": una fuerte caída en los costes y precios en relación con Alemania. "Y esto es un proceso lento y doloroso", señala Krugman.
¿De qué sirve la austeridad?
Y la austeridad, ¿dónde encaja en toda esta historia?, se pregunta. "Mayormente no lo hace". Recortar un par de puntos de déficit no hará mucho por mejorar la solvencia a largo plazo, y tampoco hará mucho para acelerar el ritmo de devaluación interna. Sin embargo, contribuirá a incrementar aún más los niveles de desempleo, y causará un gran sufrimiento interno a través de los recortes que se aplicarán en los programas de recortes sociales, recuerda.
Entonces, ¿cuál es el por qué tanta austeridad y tantas reformas? Europa sigue funcionando con la falsa teoría de que se trata fundamentalmente de una cuestión fiscal. Y eso es debido, en parte, a que se intenta calmar a los alemanes. En efecto, "la política es infligir dolor por el bien de infligir dolor", señala.
Lo cual nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Cuánto puede durar esto? ¿Cuándo las economías afectadas dirán que no pueden más? Las noticias procedentes de España, con grandes protestas y debates sobre secesión, sugieren que este momento puede estar acercándose rápidamente, opina Krugman.
"Realmente creo que Draghi lo ha hecho muy bien. Pero él no puede hace el trabajo de devaluación interna por sí mismo y no puede salvar a Europa si sus líderes siguen pensando que infligir gratuitamente dolor es una buena política", concluye.

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