domingo, 30 de septiembre de 2012

LA LOCURA DE LA AUSTERIDAD EUROPEA



Las protestas en Grecia y España demuestran que no puede haber acuerdo
Si Alemania quiere salvar el euro, debería dejar actuar al BCE sin exigir más sufrimiento inútil
Un informe del FMI defiende que los recortes del gasto en  plena recesión reducen la confianza de los inversores 
Paul Krugman / El País
Adiós a la complacencia. Hace tan solo unos días, la creencia popular era que Europa finalmente tenía la situación bajo control. El Banco Central Europeo (BCE), al comprometerse a comprar los bonos de los Gobiernos con problemas en caso necesario, había calmado los mercados. Todo lo que los países deudores tenían que hacer, se decía, era aceptar una austeridad mayor y más intensa —la condición para los préstamos de los bancos centrales— y todo iría bien.

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