La petición
de ayuda a Europa podrá ser “poliédrica”, avisó el pasado fin de semana desde
Chipre el ministro de Economía, Luis de Guindos. Los planes del Gobierno que se
van conociendo confirman esta hipótesis. España, como adelantó este jueves EL PAÍS, pretende usar para otros fines
el dinero sobrante de los 100.000 millones en principio destinados a la banca. La idea es no
tener que pedir así más fondos con los que solucionar las tensiones del mercado
de la deuda. Bruselas ni confirma ni desmiente esta estrategia, pero admite que
existe la posibilidad “técnica” de llevar a cabo esos planes. Mientras, en
Berlín prefieren esperar a conocer todos los detalles para pronunciarse. El
Gobierno de Angela Merkel, que en otras ocasiones ha rechazado de plano dar
algún tipo de facilidad a España, parece dispuesto a estudiar la propuesta.
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