Rodrigo Pacheco - Dinero en Imagen
En los primeros nueve meses del año, México acumula un crecimiento de apenas 0.5% en comparación anual. En el primer trimestre del año, el crecimiento fue de 0.6%, lo que era consistente con la anemia que ya se expresaba desde los últimos tres meses de 2024, cuando se hicieron realidad las reformas constitucionales ante la mayoría absoluta de Morena en las dos cámaras. A ello se sumó el triunfo de Donald Trump, que provocó que muchas inversiones, sobre todo en el sector de la manufactura, se detuvieran aún más. El segundo trimestre tuvo un mejor desempeño de lo anticipado, con un crecimiento de 1.2%, en el que las actividades primarias dieron un empujón junto con el soporte de los servicios y el consumo, que mantuvieron cierto vigor y ayudaron a compensar la caída de la actividad industrial.
Se acaba el combustible
Los datos del desempeño económico del tercer trimestre, que registraron una caída de 0.3% en comparación anual y también trimestre a trimestre, reflejan que se agota el combustible económico del consumo y los servicios que ayudaron a compensar la debacle de la construcción, la caída del petróleo y la debilidad de uno de los motores más importantes de la economía: la manufactura automotriz, que ha sido impactada por el arancel de 25% que debe pagar de facto. El sector del consumo y los servicios sí creció, pero fue más débil, con un avance de 0.9%, que es el más débil desde el primer trimestre de 2021, cuando todavía había un impacto significativo por la pandemia. El sector primario es el único que se mantiene con relativa buena salud, con un crecimiento de 3%.
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