Por: Enrique Campos Suárez - El Economista
Es una trampa a la democracia el pretender forzar el ejercicio de Revocación de Mandato para empatarlo con las elecciones intermedias, lo que se traduciría en meter a la presidenta Claudia Sheinbaum en la boleta del 2027.
Y lo que más pesa de este proceso de cambio constitucional por parte de la mayoría legislativa al servicio del gobierno federal es el descaro con el que han avanzado hacia un modelo autoritario.
Ciertamente ese ejercicio populista de la revocación de mandato no tendría nada que ver con las preocupaciones económico-financieras de la mayoría de los tomadores de decisiones.
Lo que preocupa es el descaro con el que se atreven a cambiar las leyes para hacer una trampa electoral y minar más la democracia, porque dejan ver la facilidad, sin oposición posible, con la que pueden cambiar las reglas del juego. Lo peor: sus propias reglas.
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