lunes, 3 de septiembre de 2012

EMBARGA EL SEGURO SOCIAL A "SU CASITA"



Alberto barranco / El Universal
Empresa
Convocados el miércoles pasado los integrantes del Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social a una reunión urgente para analizar las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación sobre inversiones fallidas realizadas por la Tesorería del organismo, el tema salió finalmente del orden del día
La prisa obedecía a la orden judicial de embargo de las cuentas bancarias de la Hipotecaria "Su Casita", obtenida por el Instituto, justo de cara a la adquisición ruinosa de Certificados Bursátiles expedidos por ésta.
Los recursos en juego alcanzan aparentemente 260 millones de pesos, de una apuesta original de 864.8.
La maniobra que coloca de espaldas a la pared a la Sociedad Financiera de Objeto Limitado, cuya accionista mayoritaria es María Eugenia Sidaoui, intenta garantizar la redención de los papeles que han sufrido brutales minusvalías en su cotización.
La paradoja del caso es que hasta hoy el organismo tripartita no ha iniciado acción legal alguna contra los responsables de contratar la apuesta fallida, en un abultado ramillete que en su momento alcanzó a otras empresas en problemas, entre ellas a la Metrofinanciera, Crédito y Casa, Crédito Inmobiliario y la Comercial Mexicana.
De acuerdo al órgano de vigilancia de la Cámara de Diputados, cuando se adquirieron los papeles, es decir a partir del 2006 y en extensión al 2009, las emisoras no pasaban por su mejor momento.
De hecho, la Metrofinanciera ya fue sepultada.
No hubo, pues, rigor alguno en la selección.
El asunto se vuelve más grave si se considera que el intermediario en la adjudicación de los papeles, la mayoría de los cuales tienen hoy etiqueta de "chatarra", fue el banco Ixe, uno de cuyos directivos era Javier Molinar Horcasitas, hermano del entonces director general del IMSS, Juan Molinar Horcasitas.
Aunque éste no estaba en la instancia financiera cuando se contrataron las apuestas con la Metrofinanciera, sí tenía el cargo cuando llegaron las de "Su Casita".
De acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación en su dictamen sobre la Cuenta Pública de 2010, el Instituto arriesgó en sus operaciones temerarias mil 882.2 millones de pesos de las reservas para Riesgos de Trabajo; mil 764 de las del régimen de Jubilaciones y Pensiones, y 465.8 de las de Invalidez y Vida.
Haga de cuenta el siete rojo en la ruleta… 100 veces.
Las inversiones, o mejor dicho las apuestas al gallo tuerto y cojo se realizaron a espaldas del Consejo Técnico y de la Comisión de Inversiones Financieras del organismo.
El director de finanzas, entonces, se llamaba Daniel Karam… es decir quien ocupa hoy la Dirección General.
"Su Casita" había saturado sus posibilidades de colocación de deuda durante la crisis del 2008-2009 vía Certificados Bursátiles con perfil de papeles quirografarios, es decir sin garantías específicas al calce.
Aún así el IMSS adquirió buena parte de ellos.
La paradoja del caso, decíamos, es que la demanda a la emisora no está aparejada con una investigación a quienes contrataron las fallidas apuestas.
Durante el sexenio zedillista el Instituto no sólo persiguió a su ex-tesorero, Porfirio Barbabosa, por realizar operaciones que redundaron en graves pérdidas para el patrimonio de la institución, sino se encarceló a Tomás Peñaloza Webb por razones idénticas.
De acuerdo a algunos juristas, el Seguro Social estaría sujeto a los "Lineamientos para el manejo de las disponibilidades financieras de las entidades paraestatales" que sujetan la posibilidad de apuestas sólo a valores gubernamentales.
El organismo es una entidad descentralizada.
El 15 de junio pasado el PRI presentó ante la Comisión Permanente del Congreso un punto de acuerdo para exigir una explicación al IMSS sobre el asunto.
La exposición de motivos hablaba de haberse jugado los recursos de los derechohabientes de manera "ilegítima e irresponsable" para rescatar empresas en quiebra.
Así como lo lee usted.
Colocada la industria en el peor de los mundos, con un incremento brutal de importaciones y una caída en las exportaciones, la sobreoferta de azúcar en el mercado ha propiciado una caída dramática en su precio.
Si en octubre del año pasado el bulto de 50 kilos de azúcar estándar valía 729.08 pesos, hoy se compra en 491.33.
La caída es de 32.6 por ciento.
En paralelo, el dulce refinado ha sufrido una caída en su costo de venta al público de 15.2 por ciento. De 767.4 pesos por saco, hoy se cotiza en 649.92.
En el escenario, sólo durante julio pasado se incrementó en 212 por ciento el volumen de importaciones, cuyo monto alcanzó 232 mil 952 toneladas, en contraste con las 74 mil 585 que se habían adquirido en el propio julio del año pasado.
Del otro lado de la moneda, de acuerdo a la Asociación Nacional de Empresas Azucareras, las exportaciones cayeron en el mismo mes 41 por ciento, pasando de un millón 323 mil 121 toneladas, a sólo 785 mil 31.
 CONCILIO DE CúPULOS
A iniciativa del presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, se acaba de integrar un Consejo Asesor de expresidentes del organismo, en respaldo de la gestión de éste.
A la puesta de escena del concilio acudieron figuras en largo paréntesis público como Agustín F. Legorreta, alguna vez el banquero número uno de México; Jorge A. Chapa, Jesús Vidales Aparicio, Nicolás Madahuar y Mario Sánchez Ruiz con los colores aún de la Concanaco, por más que éste último llevaba también la camiseta de diputado panista.
Además, acudieron a la cita los también exdirigentes de la Concamín, Prudencio López, Luis Germán Cárcoba, Héctor Larios Santillán y Jorge Marín Santillán.
Significativa, además, fue la reaparición del polémico exgobernador de Sonora, Eduardo Bours.
Infaltable, Claudio X. González, quien ha saltado del organismo cúpula de cúpulas al Consejo Mexicano de Hombres de Negocios.
Por ahí también el actual banquero oficial Héctor Rangel Domene y el empresario agropecuario Armando Paredes Arroyo, además del presidente de Aeroméxico, José Luis Barraza González.
En la lista están cuatro ya fallecidos: Juan Sánchez Navarro, por años el gurú de la causa; Jorge Sánchez Mejorada, Manuel J. Clouthier y Rolando Vega Íñiguez.
 MáS DIRECTIVOS EN CANAERO
En calca al esquema de la Canacintra, que acumula un ejército de vicepresidentes, la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) tendrá cuatro de éstos en su Consejo de Administración.
Los cargos se otorgaron a Alfonso Ascencio, de Volaris; Benjamín Mejía Ortiz, de Interjet; Rodrigo Romero, de United Airlines y Alejandro Cobián, de Mas Air.


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