sábado, 18 de julio de 2009

AL, SECUELAS PERDURABLES

Amplio desempleo, que alcanzará el 9 por ciento este año y dejará a unos tres millones de personas sin trabajo, un decrecimiento económico de 1.9% y contracción comercial, serán parte de los efectos de la crisis en la región, previó Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Después de seis años de crecimiento continuado, el producto interno bruto (PIB) de América Latina y el Caribe se contraerá 1.9 por ciento este año, elevando la tasa de desempleo de 7.4 a nueve por ciento, proyectó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La crisis "dejará secuelas perdurables" en la región, como "amplio desempleo, menor crecimiento y contracción comercial", dijo la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, en la presentación del Estudio Económico de América Latina y el Caribe, uno de los informes más importantes que publica esta agencia de las Naciones Unidas.
Aunque hay indicios de recuperación económica, ésta será muy lenta y no pueden descartarse nuevos episodios de inestabilidad, declaró Bárcena en la sede de la Cepal en la capital chilena.
La Comisión espera que unos tres millones de personas queden sin trabajo este año y que aumente la informalidad, poniendo en riesgo el cumplimiento del primer Objetivo de Desarrollo del Milenio, que postula reducir a la mitad el porcentaje de indigencia que había en 1990, con plazo en 2015.
Como los motores de crecimiento de la región se apagaron, los países están funcionando con mecanismos de "emergencia", graficó la representante de la Cepal, en referencia a los millonarios planes fiscales implementados para enfrentar la crisis, a través del aumento del gasto o la disminución de impuestos.
Según Bárcena, hay señales positivas que permiten proyectar una expansión del PIB de 3.1 por ciento para 2010, entre ellas el rebote en las cotizaciones de las bolsas, la mejora de la situación del sistema financiero, el aumento de los precios de los productos básicos y las expectativas más positivas de empresas y consumidores.
Pero este porcentaje de crecimiento es insuficiente para mejorar los indicadores sociales de la región, enfatizó.
El comercio, las remesas, el turismo y la inversión extranjera directa han sido los sectores más golpeados en América Latina y el Caribe por la crisis económica global.
En el primer semestre de este año, las exportaciones de bienes de la región cayeron siete por ciento en volumen y 30 por ciento en valor debido a la reducción de la demanda externa.
Las remesas de trabajadores emigrantes, por su parte, disminuyeron entre cinco y 10 por ciento entre el cuarto trimestre de 2008 y el primero de 2009, y se espera que los flujos de inversión extranjera directa bajen 40 por ciento.
La Cepal también vaticina un déficit en la cuenta corriente equivalente a 2.3 por ciento del PIB, mientras que en 2008 fue de sólo 0.6 por ciento.
Por su parte, los términos de intercambio caerán 10.8 por ciento este año, en comparación al aumento de tres por ciento registrado en 2008.
El país más afectado de la región es México, cuyo PIB se contraería siete por ciento este año, según la Cepal. En 2007 esa nación norteamericana creció 3.3 por ciento y en 2008, 1.3 por ciento.
Le siguen Costa Rica y Paraguay, con una caída proyectada de tres por ciento del producto, y Honduras, que vería reducida su economía en 2.5 por ciento.
Asimismo, la Cepal estima que el PIB de Chile, Guatemala y Nicaragua tendrá una variación negativa de uno por ciento y el de Brasil de 0.8 por ciento.
Para los demás países se estiman cifras positivas. El PIB de Venezuela se expandirá 0.3 por ciento y el de Colombia 0.6 por ciento, en tanto Cuba, Ecuador, República Dominicana y Uruguay crecerán uno por ciento.
Los mejores desempeños serán para Argentina, con un aumento del producto de 1.5 por ciento, Haití y Perú, con dos por ciento, y Panamá y Bolivia, con 2.5 por ciento cada uno.
"Los países que pueden tener mayor eficacia en la aplicación de sus programas de estímulo son Chile, Brasil y México", dijo Bárcena a IPS.
En su presentación, la representante de la Cepal llamó a los organismos financieros internacionales a proveer recursos para costear políticas contracíclicas en condiciones adecuadas de plazo y costo, especialmente para los países más vulnerables.
"El Fondo Monetario Internacional (FMI) está haciendo cambios de política muy importantes para una región como la nuestra. Vemos con gran optimismo el hecho de que se estén reforzando con fondos, pero sí nos preocupa que la atención del Fondo se vaya más hacia Europa del este y menos hacia América Latina", profundizó Bárcena a IPS.
"Creemos también que es importante tomar en consideración las enormes necesidades que tienen por ejemplo los países del Caribe y de América Central. No tanto para que incrementen sus niveles de endeudamiento, que ya son muy altos, pero sí para considerar otras formas de apoyo, por ejemplo, ayuda oficial al desarrollo, ayudas concesionales, inclusive", acotó.
A su juicio, lo más urgente en el plano regional "es la recapitalización del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) porque es el banco que tenemos más a la mano y, como vimos acá, el problema central de América Latina en su conjunto no va a ser referido al FMI, sino que va a requerir más a la banca de desarrollo".
"El proceso (de recapitalización del BID) va bien, pero un poco lento. Ellos se acaban de reunir aquí en Santiago, y hay noticias positivas de que se pueda concretar a finales de este año, pero nuestros países necesitan el financiamiento ya", enfatizó.
Finalmente, la secretaria ejecutiva de la Cepal expuso las incertidumbres que permanecen sobre la crisis, preguntándose, por ejemplo, si habrá una nueva arquitectura financiera internacional o sólo "cambios cosméticos".
Fuente: La Jornada

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