Arturo Gómez Lara - El Economista
No hay impacto. Aunque el discurso popular busca crear pánico por la desaparición de la CRE (Comisión Reguladora de Energía) y la CNH (Comisión Nacional de Hidrocarburos), la realidad es que los organismos autónomos desde su creación han sido ineficientes y su desaparición cambia muy poco la realidad del sector energético.
El problema de México es la corrupción, la misma corrupción está arraigada en organismos autónomos y secretarías dependientes del Estado. En cada sexenio los organismos autónomos han seguido la línea del presidente en turno, no importan las razones, la realidad es que no han sido reguladores reales que fomenten piso parejo y tampoco han logrado hacer contrapesos.
Durante el sexenio pasado, las mismas reglas de la CRE permitieron la desaparición de su supuesta autonomía y toda la iniciativa privada estuvo a merced de una CRE en paro total, por lo tanto, la desaparición no trae relevancia al sector.
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