lunes, 23 de diciembre de 2024

EL MINISTRO ALCÁNTARA: “MI ADMIRACIÓN Y GRATITUD HACIA LÓPEZ OBRADOR NO ESTABAN EN JUEGO, PERO YO TENÍA QUE OBEDECER A LA CONSTITUCIÓN”

  • El juez del Supremo recibe a EL PAÍS para hablar de la presión a que lo sometió el expresidente por un proyecto sobre la militarización de la Guardia Nacional y cómo su negativa a ceder marcó la ruptura de su relación

Juan Luis González Alcántara en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en Ciudad de México, el 17 de diciembre 2024.Emiliano Molina

Zedryk Raziel .- México - El País

El jurista Juan Luis González Alcántara Carrancá pasó en poco tiempo de ser una de las cartas fuertes de André s Manuel López Obrador en la Suprema Corte a convertirse en un expatriado, una persona non grata en Palacio Nacional y en Morena, la formación oficialista. El togado fue el autor de una demoledora sentencia que en 2023 impidió que el Ejército controlase la Guardia Nacional, un fallo que disgustó mucho al entonces presidente y que prefiguró la reforma al Poder Judicial que vendría meses después. López Obrador consideró que Alcántara, un antiguo amigo, le había traicionado. Ambos comenzaron su relación cuando el primero fue mandatario de Ciudad de México (2000-2005) y el segundo presidente del Tribunal Superior de Justicia capitalino. La confianza era tal que, al ganar la presidencia de México, en 2018, López Obrador propuso a Alcántara como su fiscal general. Un viraje determinó que el jurista fuese designado ministro del Supremo. Alcántara, de 75 años, aceptó la postulación a la Corte con la condición de que el mandatario le dejase actuar en completa libertad.

Ese acuerdo no se respetó. Y la decepción fue mutua. El togado entregó al Senado en noviembre una carta de renuncia atravesada por el arrepentimiento, una amarga crítica a sí mismo por confiar ciegamente en el proyecto político de López Obrador, continuado por Claudia Sheinbaum. En un último atisbo de supervivencia, Alcántara propuso a sus colegas de la Corte un audaz proyecto de sentencia que atenuaba los efectos de la enmienda oficialista: entregaba la cabeza de la cúpula judicial a cambio de que los miles de jueces y magistrados del país no fuesen sometidos al voto popular, uno de los puntos centrales de la reforma. El proyecto no prosperó, gracias al inesperado voto en contra del ministro Alberto Pérez Dayán. A Alcántara le quedan pocos meses antes de entregar la toga a un nuevo ministro electo en las urnas. Antes de partir, el juez recibe a EL PAÍS en su despacho de la Suprema Corte para sostener una larga entrevista en la que revela cómo fueron las presiones desde el Ejecutivo, lanza un dardo a la gestión de Arturo Zaldívar —expresidente del Supremo y hoy leal colaborador de Sheinbaum— y comparte su anhelo de retomar su amistad pausada con López Obrador.

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