lunes, 23 de diciembre de 2024

DEL PRIMER TRIMESTRE

 León Bendesky - Periódico La Jornada

No existen los gobiernos perfectos. Tampoco existe la verdad completa. La pretensión de ser lo primero y de cumplir con lo segundo es vana y, finalmente, contraproducente. Eso es lo que delinea la actividad en el entorno público; es marca de toda experiencia política.

A escasos tres meses del gobierno de la presidenta Sheinbaum se destapa un gran fraude en el Infonavit. Según lo describió el nuevo director del instituto, una red de corrupción propició la venta múltiple de viviendas que afectó a miles de trabajadores en 21 entidades federativas. Dijo: “Se detectaron 12 mil créditos sobre mil 400 viviendas, lo que significa que éstas se vendieron hasta cuatro veces por año cada una”. Se cobraba a los trabajadores “hasta 40 por ciento de sus ahorros, por lo que se calcula que el fraude asciende a mil millones de pesos”. Denunció que la Comisión de Vigilancia y el Comité de Auditoría no hicieron nada. La comisión debe vigilar que los órganos del instituto actúen conforme a la normatividad aplicable y con apego –aquí contrario sensu– al Código de Ética del instituto. El comité propone lineamientos de control interno, aprueba manuales de operación y supervisa la auditoría externa, lo que evidentemente no hacía. Ambos son órganos tripartitos desde que se fundó el instituto, en 1972, lo que significa una representación equitativa y una responsabilidad conjunta del gobierno, los sindicatos de trabajadores y el sector empresarial (Concamin, Concanaco y Coparmex). ¿Y nadie sabía nada? Tal cosa es impensable y difícil de creer.

Ler más

No hay comentarios:

Publicar un comentario