Jorge Zepeda Patterson - El Siglo de Torreón
La primera impresión fue que Claudia Sheinbaum dejó escapar una oportunidad única. Trump le sugirió por teléfono, tras suspenderse en Canadá lo que habría sido la primera cita personal entre ellos, que en su paso de regreso a México se detuviera en Washington. Ella prefirió declinar alegando que la agenda estaba complicada pero que podrían programar la reunión lo más pronto posible. Palabras más, palabras menos, así lo informó ella misma en la siguiente mañanera sostenida ya en México.
Solo podemos especular las razones a las que obedece esta respuesta, considerando que la mayor parte de los mandatarios del mundo habrían agradecido una invitación como esa. Ningún tema de agenda es más importante para México hoy en día como la relación con la Casa Blanca, habida cuenta de los muchos peligros por los que corre el país bajo el impacto de lo que Trump haga o deje de hacer. La oportunidad de conversar en corto, establecer una relación personal cordial, explicar de viva voz algunos de nuestros argumentos, parecerían una oportunidad única. En cierta forma es lo que se buscaba con su encuentro en Canadá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario