Carlos Ramírez - El Independiente
Justo en el contexto político y mediático de la conferencia mañanera de ayer martes en Palacio Nacional, el crimen organizado envió un mensaje contundente que afectó el primer círculo de poder de la jefa de Gobierno de la capital de la República, Clara Brugada. Fue un operativo, según expertos de seguridad, propio de las zonas agobiadas por el narco terror.
El aparato político de la capital de la República en el escenario del Gobierno federal habría estado cometiendo una serie de imprudencias propias del exceso de confianza: la secretaria particular de la jefa de gobierno conducía un auto que no era blindado y carecía de escoltas propias para quienes tienen un nivel cercanísimo a la estructura de poder del primer círculo en la capital de la República.
La Ciudad de México entró en una lógica de violencia del crimen organizado en junio de 2020, cuando el entonces secretario de Seguridad capitalino, Omar García Harfuch, fue arrinconado y acribillado por un comando del Cártel Jalisco Nueva Generación que en ese momento las autoridades negaban su presencia.

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