- El Gobierno de México asegura que seguirá cabildeando para frenar el gravamen que afectará a cuatro millones de connacionales sin papeles en EE UU
Karina Suárez - Luis Pablo Beauregard - México / Los Ángeles - El País
Ramona Luna Mendoza, de 58 años, se dedica al campo y a cuidar a sus padres en Santa Inés Ahuatempan (Puebla). En su juventud, ella y sus hermanas decidieron migrar a Los Ángeles, como lo habían hecho antes otros familiares. Durante décadas, las hermanas Luna Mendoza se dedicaron a limpiar casas en los barrios más acaudalados de Estados Unidos. En su caso, gran parte del dinero que ganaba lo enviaba a sus padres y a sus hijos. En 2007 decidió regresar con ellos, pero sus hermanas, echaron raíces en Los Ángeles y ahora son ellas quienes le envían cada semana de 100 a 150 dólares, unos 2.000 a 3.000 pesos. Ese dinero, advierte Ramona, les ayuda con los gastos de la casa, la comida y para pagarles a los jóvenes que le ayudan en la labranza. Una fuente de ingresos que ahora está bajo la mirilla debido a la iniciativa del presidente Donald Trump de imponer un impuesto del 3,5% a las remesas enviadas por migrantes indocumentados a partir de 2026. “Claro que sí nos van a afectar porque al ellas pagar más, pues no van a poder enviarnos la misma cantidad”, comenta Ramona vía telefónica.
El pleno de la Cámara Baja estadounidense aprobó esta semana el masivo plan fiscal de Trump, que incluye un impuesto de 3,5% a los envíos de remesas, una leve reducción desde la propuesta original del 5%. La presión de varios grupos hizo efecto en la negociación del monto del impuesto, una tributación escondida entre mil páginas con decenas de provisiones fiscales que ha llegado a ser conocida con el mote que Trump le puso, “la gran y bella ley”. La industria detrás de las transferencias financieras fue una de las principales voces críticas al impuesto a las remesas. Argumentaron que la tasa creaba una carga injusta al 14% de las viviendas en Estados Unidos que no están bancarizadas. “Estos servicios no son un lujo, son herramientas esenciales para pagar recibos y apoyar a familiares en el extranjero”, aseguró la Financial Technology Association (FTA) en una carta enviada a inicios de este mes. Pese a esta rebaja, el Gobierno de EE UU prevé recaudar unos 22.000 millones de dólares de 2026 a 2034, una recaudación anual promedio de 2.700 millones de dólares.

No hay comentarios:
Publicar un comentario