- En el entorno de Trump existe el convencimiento de que el gobierno mexicano no controla por completo el territorio nacional
Carlos Mota - El Heraldo de México
Conversé esta semana con un equipo de personas sumamente allegadas al presidente Donald Trump y a muchos de los secretarios de estado recién nombrados por él. Lo que me dijeron fue gravísimo: no confían en el Gobierno de México, en absolutamente nadie; excepto en una persona: Marcelo Ebrard.
En el próximo gobierno de Trump hay un tema a debate esta semana: qué hacer con “The Mexico Problem”; es decir, en el equipo cercano al presidente entrante se discute la magnitud de la problemática que representa el país para ellos y, básicamente, necesitan categorizarlo en una de dos clasificaciones: es un problema de migración o es un problema de seguridad nacional.
Si el nuevo gobierno estadounidense califica a México en la primera categoría, habrá solución a la vista para la relación bilateral. Pero si nos etiquetan como un problema de seguridad nacional, entonces la relación se dinamitará por completo.
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