Carlos Ramírez - El Independiente
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha conversado cinco veces por teléfono con el presidente Donald Trump, pero no han llegado a compromisos políticos de fondo. La relación estratégica entre las dos naciones que tienen una frontera común de más de 3,200 kilómetros mantiene la iniciativa autoritaria de unidireccional de Estados Unidos y la línea nacionalista de México en modo de resistencia mínima.
El pasado viernes 11 de abril, el presidente Trump emitió un memorándum de seguridad nacional (https://elindependiente.mx/edicion-impresa/2025/04/14/el-independiente-no-790/) que fue entendido y razonado en México cinco días después. La Casa Blanca tomó la decisión de militarizar el territorio físico de la frontera entregándoselo a sus Fuerzas Armadas como una especie no solo de muro castrense, sino de nueva caracterización de la zona territorial americana fronteriza como de seguridad nacional y soberanía.
Esta decisión convirtió a los migrantes ilegales que siguen cruzando la frontera y a los cárteles del narcotráfico que contrabandean drogas, dinero y personas en enemigos de la soberanía estadounidense. Es decir, en pocas palabras, el memorándum del presidente Trump transformó en la frontera vía la militarización en una zona de guerra. Y en esos términos, como se estableció en la nota principal del independiente del lunes 14, la frontera es ya una línea roja militar de EU y los migrantes y narcos pasaron a ser enemigos de la soberanía de Estados Unidos.

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