Samuel García - El Sol de México
Las decisiones que tomarán un puñado de empresas automotrices en los próximos meses impactarán los resultados económicos del gobierno de Claudia Sheinbaum.
Ya el presidente Donald Trump ha dejado en claro su plan: Que las empresas que venden vehículos en Estados Unidos, los produzcan principalmente en su territorio. Se ha dicho hasta el cansancio que es una idea trasnochada, poco realista en una industria globalmente integrada, y que atenta contra la competitividad de la industria estadounidense a la que quiere impulsar.
Pero si ese discurso de Trump y las políticas para instrumentarlo prevalecen en lo general, aún y cuando haya ciertas concesiones arancelarias, entonces la economía mexicana está en problemas.
Y lo está por una razón simple: La espina dorsal de la industria mexicana, con todas sus ramificaciones, es el sector automotriz; haya sido o no una política pública deliberada.
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